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sábado, 14 de octubre de 2017

El juanete, una imperfección muy corriente

Por Yamy

El “hallux valgus”, conocido popularmente como juanetes o bunio, es bastante abundante en la población sobre todo en las mujeres adultas. Se trata de una compleja deformidad que afecta el primer segmento metatarsodigital del pie. Es decir, consiste en la desviación medial o en valgo (hacia el centro del eje corporal) de la cabeza del primer metatarsiano y la aproximación del dedo gordo del pie hacia el resto de los dedos. En términos científicos “hallux” significa “dedo gordo” y “valgus” quiere decir “hacia afuera”. Tal imperfección es causada por una deformación que sufre ese hueso y que además de doloroso puede ocasionar una desviación tal que el llamado dedo gordo puede superponerse a los dos dedos que le siguen.

El juanete es la patología más frecuente del antepié, y especialmente resulta más común en las mujeres entre los 40 y 60 años de edad, aunque también hay muchos hombres que lo padecen. El juanete tiene una relación directa con el calzado femenino, en concreto por la distribución de la presión que pueden provocan los zapatos puntiagudos y con tacón. Al ser demasiado estrecho en la punta y con el pie inclinado, se favorece la desviación del hueso, por supuesto si se hace de su uso una práctica cotidiana. Aunque la rutina excesiva de los zapatos de tacones altos tiene que ver con la aparición del juanete, no es una consecuencia directa, solo contribuye a que su aparición sea más temprana.

Los especialistas médicos indican que la genética también contribuye a la aparición de los juanetes debido a factores hereditarios, pero en realidad lo que se hereda no es el juanete en sí, sino la forma de caminar que ocasiona. Y por ejemplo, el pie egipcio, aquél que presenta el dedo gordo más largo, se puede heredar, y por su forma física puede favorecer la aparición del juanete. Así mismo sucede con enfermedades del pie como los pies planos o los pies cavos. La existencia de otras enfermedades que deforman los huesos, como la artritis reumatoide, igualmente puede desencadenar la aparición del juanete.

Desde el punto de vista estrictamente médico, el juanete o el “hallux valgus” es definido como la desviación de más de 15 grados del primero dedo (el gordo) y la formación de un ángulo intermetatarsiano mayor de 9 grados. A partir de esas cifras se puede puntualizar que la deformidad es leve, moderada y severa. La afección se produce en la primera articulación metatarso-falángica o medial, que corresponde a la unión del primer metatarso, el hueso que forma parte del empeine con el primer hueso del dedo gordo del pie. Esa articulación se diferencia de las demás porque está provista de dos huesecillos más pequeños, en forma de guisante, llamados sesamoideos.

Justamente el antepié es la parte del cuerpo que soporta una mayor fuerza mecánica. Por eso es tan importante tener especial cuidado en qué calzado usamos. El antepié no solo soporta la fuerza mecánica del peso, sino que también se encarga de la dinámica del movimiento cuando impulsa a la persona hacia delante y recibe el impacto de cada apoyo. Tanto las fuerzas de roce como las de compresión son absorbidas por la planta del pie y trasmitidas al esqueleto. Por tal razón, en el antepié existen unos cuerpos grasos que se encargan de dispersar las presiones y proteger a los vasos y nervios de la zona, pero no son suficientes.

Cuando ya el dedo gordo queda como descansando sobre el segundo dedo, se produce cada vez más su desviación y se genera una especie de protuberancia que aparece por el costado externo del pie, puede inflamarse, enrojecerse y causar mucho dolor porque evidentemente es una posición anormal del hueso, estará todo el tiempo forzando su estado original.

El juanete, entonces, es visto como un bulto que va progresando con el tiempo, incluso puede necesitar cirugía en su manifestación más intensa porque si tal deformación no se corrige a tiempo, podría causar otras deformaciones que pueden afectar al resto de los dedos. Lo importante sería poder identificarlo con prontitud. Los síntomas suelen aparecer cuando el problema ya se encuentra en su fase más avanzada, sin embargo, hay personas que, a pesar de tener juanetes durante muchos años, no presentan síntoma alguno. Los indicativos más evidentes son enrojecimiento, abultamiento y dolor, y con el tiempo suelen empeorar con el movimiento o por permanecer de pie. Es común la aparición de otras irritaciones en los pies, como callos y ampollas, sobre todo en la zona afectada. El dedo gordo puede tener limitación de movimiento y en ocasiones puede presentar entumecimiento y sensación de ardor.

Como consecuencia, si el juanete no es tratado a tiempo, los dedos de los pies pueden curvarse y provocar lo que se denomina dedos en garra, en maza o en martillo

Cuando el juanete ya ha comenzado a desarrollarse es posible que el paciente perciba algunos de los síntomas, pero no siempre sucede así, algunos solo se percatan cuando ya es visible su desviación o significativo su dolor. Los expertos indican que para aliviar la molestia asociada al juanete, inclusive para prevenirlo en muchos casos, es importante usar calzado adecuado, es decir, zapato cómodo que no apriete los dedos, que sean de punta ancha y que no sean de tacón elevado. También es recomendable el uso de espaciadores que aíslen los dedos entre sí, que los mantengan en una posición adecuada y que les eviten las molestas rozaduras del juanete con el zapato. La aplicación de hielo en la zona afectada puede bajar la inflamación y por tanto disminuir el dolor. Es favorable evitar las actividades que puedan causar dolor en el juanete como permanecer de pie durante largos periodos, así como aprender algunos ejercicios y masajes que pueden proporcionar alivio, aunque solo de manera temporal. Es ideal mantener una postura correctora, esto se realiza si apoyamos el pie sobre una superficie plana y luego agarramos el dedo gordo y lo separamos de los demás hacia el exterior, y así lo forzamos el máximo tiempo posible.