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miércoles, 18 de octubre de 2017

El jugador con más goles en la historia del fútbol no es Pelé

Por G_nkerbell

Aunque muchas fuentes apunten al jugador brasileño como el mayor anotador de la historia, realmente es otro compatriota suyo, que no comparte tanto renombre como él, quien tiene el título de mayor goleador de la historia del fútbol. 1.329 goles en 1.239 partidos, la increíble cifra que se la adjudica a Arthur Friedenreich, dígase de más de un gol por partido. Pero actualmente, ni FIFA ni la Federacón Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) se ponen de acuerdo en la verdadera cantidad de tantos que anotó Arthur. No obstante, tomando en cuenta las crónicas y los archivos de la época de este talentodso jugador, y las imágenes y los datos que se conservan, puede considerarse al señor Friedenreich como una de las más importantes estrellas desgraciadamente olvidada en la historia del fútbol

Aunque hoy en día y por la popularidad que ha despertado un deporte tan estelar como el fútbol, la mayoría de los récords han logrado superarse, algunos se han mantenido intactos en el tiempo. Cristiano Ronaldo y Messi, además de otros actuales y valiosos jugadores, son las grandes estrellas del inicio del siglo XXI y han roto múltiples récords que estaban por batir desde hace muchos años, además, por su juventud y talento, todo apunta a que algunos más se llevarán muchísismos más por delante. Sin embargo, hay un récord que parece que se les puede resistir al menos hasta ahora, y es el del jugador con más goles marcados de la historia.

Y es que oficialmente, este mérito recae sobre Pelé, ex-jugador brasileño mundialmente conocido y que se encuentra junto con Maradona o Di Stéfano en los más altos escaños de la historia del fútbol. Uno de los méritos que obtiene para tener tal consideración es la facilidad que los expertos le adjudicaban para marcar gol. 1.284 goles son los que anotó el famosos O Rei en sus veinte años de carrera futbolística. Pero aunque muchas fuentes apunten al jugador brasileño como el mayor anotador de la historia, realmente es otro compatriota suyo, que no comparte tanto renombre como él, quien tiene el título de mayor goleador de la historia del fútbol.

1.329 goles en 1.239 partidos, la increíble cifra que se la adjudica a Arthur Friedenreich, dígase de más de un gol por partido. Pero actualmente, ni FIFA ni la Federacón Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) se ponen de acuerdo en la verdadera cantidad de tantos que anotó Arthur. No obstante, tomando en cuenta las crónicas y los archivos de la época de este talentodso jugador, y las imágenes y los datos que se conservan, puede considerarse al señor Friedenreich como una de las más importantes estrellas desgraciadamente olvidada en la historia del fútbol

Arthur Friedenreich se crió en un barrio humilde, en Bixiga, ubicado en el centro de São Paulo, mayor ciudad de América en la actualidad y localizada en el Sur brasileño. En esas calles empezó a dominar la pelota como ninguno de sus compañeros y destacó a temprana edad, por lo que el año 1909 fue contratado por el SC Germânia, club de la ciudad natal de Friedenreich. El joven triufó en el campeonato paulista, liga regional brasileña que se llevaba a cabo en la ciudad de São Paulo y del cual fue pichichi tres veces. Pronto su talento goleador se trasladó a la selección brasileña.

Tanto la gran capacidad goleadora que poseía Arthur, como el escaso rigor informativo que había a principios de siglo XX, dieron lugar a multitudes de mitos acerca de este jugador brasileño, como por ejemplo, el hecho de que nunca falló un penalty, o también que un aficionado le prometió ciertas cantidades de dinero por cada gol anotado en un partido y en un momento dado le pidió clemencia, pues si seguía así, le arruinaría.

Pero el hecho de que este jugador quedara completamente olvidado en la historia del fútbol lo tuvo oa mismísima sociedad de la época. Un año antes de su nacimiento, en 1892, Brasil abolió la esclavitud, situación que implicana a su familia, ya que sus abuelos eran siervos. Por supuesto, aunque la ley promulgó la abolición, en la sociedad el estigma todavía estaba presente y Arthur sufrió las consecuencias del racismo y el rechazo. Incluso, hubo unos años en los que Epitacio Pessoa, presidente brasileño en esos momentos, prohibió a cualquier jugador de color representar la al país a nivel mundial.

Pero ello no fue impedimento para que Friedenreich fuese aclamado por todo Brasil en su tiempo y que ayudase poco a poco a romper las desigualdades raciales y unir lazos entre las personas de color negro y las de color blanca que amaban por igual al deporte rey.