El mundo de Harry Potter, en el interior de la Biblioteca Británica
Con una exposición titulada Harry Potter, Una historia de magia, celebrará la Biblioteca Británica el vigésimo aniversario de la publicación del libro “Harry Potter y la Piedra Filosofal”, de la escritora J. K. Rowling, cuyo éxito cedió paso a una saga de siete textos que, hasta el momento, continúa vendiendo millones de ejemplares en todo el mundo. La exposición, que promete causar fascinación tanto en los niños como en los adultos, está compuesta por manuscritos, dibujos y bosquejos referentes a la trama de las novelas, efectuados por Rowling tanto a mano como a máquina de escribir, y que nunca antes habían sido presentados al público.
Estas piezas inéditas incluyen, entre otros, el primer bosquejo de la escuela de Hogwarts realizado por la autora, además de su lista manuscrita de asignaturas y profesores; y se muestran acompañadas de trabajos originales del ilustrador de los libros, Jim Kay, así como también de antiguos manuales sobre pociones, enciclopedias sobre historia natural, artilugios utilizados para predecir el futuro, escobas de brujos, materiales de alquimistas que datan de los años 1 500 y huesos procedentes de oráculos chinos del siglo XII, los cuales que se conservan en la Biblioteca Nacional y en otras instituciones del país británico, refiere, este jueves, un trabajo publicado en Sputnik.
“Los libros de J. K. Rowling son la base de nuestra exploración, y la exposición se ha organizado a partir de las materias que Harry Potter y sus amigos aprenden en la llamada Escuela de Brujería y Hechicería de Hogwarts”, declaró comisario de la muestra, Julian Harrison. Elogió también la colaboración de la autora en la conformación de la exposición, pues fue ella quien eligió personalmente las piezas de su archivo que quería presentar. “Los fanáticos de la saga, al participar de la muestra, podrán ver las novelas desde otra perspectiva, y se quedarán hechizados con todos estos artilugios históricos de marmitas, escobas y amuletos”, dijo igualmente, al tiempo que destacó, entre tantos objetos raros, una sirena que fue encontrada en Japón, hacia el siglo XVIII, la cual, tiempo después, se descubrió que no era real, pues se había elaborado con la cabeza de un mono y la cola de un pez. “Ha sido muy atrayente descubrir tantas joyas e historias fantásticas, y evidenciar que se trata de un fenómeno universal”, destacó Julian Harrison, y añadió que, con más de 30 000 entradas vendidas antes de su apertura oficial, la cual ocurrirá el próximo 20 de octubre, se augura que esta exposición se convierta en la más popular que ha realizado la Biblioteca Británica.
Según reseñan diversos medios de prensa, quien visite la muestra (que será clausurada el 28 de febrero del año entrante) entrará en un espacio extraordinario, con libros que cuelgan del techo, sombreros adivinos, y una cúpula del siglo XVII que ha sido enchufada a una versión virtual que hace resplandecer las constelaciones que han hecho llamar Remus Lupin, Sirius Black y Draco Malfoy, en referencia a los protagonistas de la serie. Además, entre las páginas donadas por la novelista, sobresalen frases y palabras con tachaduras, que pertenecían a versiones de capítulos que no fueron publicados en la edición definitiva. El recorrido, además, introduce a los invitados paulatinamente en el mundo de la alquimia, donde incluso estos pueden conocer el secreto para elaborar pociones… obviamente, de forma interactiva.
J.K. Rowling, por su parte, parece estar muy complacida con el resultado: una mezcla homogénea entre su mundo imaginario y la colección de la Biblioteca. “Toparme con objetos reales que tienen alguna forma o figura en mis obras, ha sido realmente extraordinario”, expresó en un comunicado. Según ha declarado la autora, la idea de escribir la historia del mundialmente popular niño mago, se le ocurrió en junio del año 1990, mientras viajaba en un tren hacia Londres, procedente de Manchester. Posteriormente (tal como se muestra en Harry Potter, Una historia de magia), durante cinco años, se dedicó a hacer bocetos de Harry y del entorno que le circundaría, desde sus tíos ogros, hasta sus compañeros de colegio. La autora, además, confeccionó un sinnúmero de listas de profesores con sus respectivas asignaturas, y concibió al detalle cada uno de los capítulos que conforman la serie. Aós después, en 1997, vio la luz Harry Potter y la Piedra Filosofal, cuya edición inicial constó de apenas 500 ejemplares.
