Ellen, la primera niña transgénero de Inglaterra, una década después
Con solo 11 años Ellen fue reconocida como la primera niña trasgénero de Iglaterra, cuando decidió cambiar su identidad de masculina a femenina mientras cursaba la primaria. En ese momento comentó que fue una experiencia más profunda que ponerse un vestido o no; implicaba la determinación de romper con las presiones sociales y enfrentar las tensiones que la habían perseguido siempre, pero esta vez desde una posición frontal. Contar con la aprobación y el apoyo de su familia fue todo un proceso, que implicó por parte de esta reconocer las características de los individuos transgénero y recurrir a instituciones especializadas.
Pasados diez años Ellen comparte en retrospectiva algunos momentos que marcaron su difícil infancia. "Como niño siempre fui extravagante, no me gusta usar la palabra amanerado, pero... era amanerado. Creo que la gente de mi alrededor siempre pensó que cuando creciera iba a ser un interesante y muy sensible joven gay. Y eso es lo que yo también pensé durante mucho tiempo. El colegio fue el principal centro de atención, donde más duro se le hacía lidiar con la vida. Allí lo llamaron raro, marica, gay... Internamente yo creo que sí sabía que no era solo gay, pero a los cinco años en realidad no sabes cómo expresar esos sentimientos, comenta.
Comenzó a crear su propio mundo al llegar a casa, el único lugar que reconocía seguro, auténtico. “En cuanto llegaba del colegio me vestía de niña y comenzaba a vivir en un mundo diferente”. Llegó a tener un miniarmario lleno de ropa de niña. No faltaron los intentos de suicidio en esta historia, un patrón muy frecuente cuando se analizan casos semejantes a los de Ellen. Tenía solo siete años, y fue este el momento en que sus padres reconocieron que debían encontrar la forma de ayudar a su hijo. Primero fue la literatura especializada, a través de las que descubrieron que hay una condición médica llamada "disforia de género", perfil con el Ellen coincidía tremendamente. Luego contactaron a la organización sin ánimo de lucro llamada Mermaids (Sirenas), su salvavidas, reconoce la chica.
A los 11 años Ellen hizo su transición social: cambió su nombre y su estética. Su caso despertó gran interés en la prensa por la novedad que implicaba; en poco tiempo ella y su familia se convirtieron en un fenómeno mediático y antes de iniciar la secundaria su rostro había pasado por todas las portadas del país.
Los años siguientes no fueron menos complejos. En la secundaria ya vivía legalmente como una mujer, pero casi todos sus compañeros de clase lo habían sido también en la primaria, y no pudo evitar que los mismos prejuicios que la atormentaron en su niñez, la alcanzaran en este nuevo escenario. La escuela se convirtió nuevamente en el lugar que prefería evitar.
Nada bueno sucedió después: volvieron los intentos de suicidio, las crisis de salud mental, que la llevaron a ingresar por un largo periodo en un hospital psiquiátrico. Hace varias semanas, a sus 20 años, Ellen se presentó públicamente en Youtube como transgénero. Confesó que a los 18 años se había realizado una operación que le cambió la vida. “Siento que estoy dejando atrás la paranoia. Siempre tuve miedo de que alguien pudiera averiguar mi secreto”, agregó. A sus 20 años Ellen se considera un ser humano con intereses y creatividad. “Soy más que mi historia”.
Con su aparición pública en las redes sociales, la chica parece dispuesta y preparada a recomenzar su vida asumiendo los retos que su condición de género le deparan, en una sociedad que ha vencido muchas barreras de intolerancia, pero que aún puede hacerle difícil el camino a aquellos que como Ellen busca su identidad desde la diferencia.
