¿Es cierto que tenemos 5 sentidos?
Aunque con frecuencia hablamos de cinco sentidos, hoy se distinguen más, aunque los investigadores no se ponen completamente de acuerdo en cuanto a su número y clasificación. Quizás esto se deba a los nobles orígenes de esta creencia. El principio de la existencia de cinco sentidos básicos procedede la obra "De Anima", de Aristóteles, en la cual dedica un capítulo a cada uno de ellos: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Definir los "sentidos" no es algo sencillo, pues nos lleva por el resbaladizo camino de la filosofía.Una definición algo imprecisa sería que un sentido humano es una forma del cerebro para recibir información sobre el mundo y el propio cuerpo. De ser así, podemos afirmar que hay más de cinco sentidos.
Los sentidos son el mecanismo fisiológico de la percepción, y posibilitan percibir aquello que está a nuestro alrededor, así como determinados estados del organismo. Aunque con frecuencia hablamos de cinco sentidos, hoy se distinguen más, aunque los investigadores no se ponen completamente de acuerdo en cuanto a su número y clasificación.
Definir los "sentidos" no es algo sencillo, pues nos lleva por el resbaladizo camino de la filosofía.Una definición algo imprecisa sería que un sentido humano es una forma del cerebro para recibir información sobre el mundo y el propio cuerpo. De ser así, podemos afirmar que hay más de cinco sentidos. Por ejemplo, considera los sentidos vinculados con la posición de nuestro cuerpo. Haz un pequeño ejercicio: cierra los ojos y tócate el hombro izquierdo con el dedo índice. Es fácil pero piensa cómo lo hiciste. De alguna manera sabías dónde estaba la punta de tu dedo y dónde estaba tu hombro. Esto es resultado de lo que se llama propiocepción, que es la conciencia de dónde están ubicadas las partes de nuestro cuerpo.
Esto es posible por unos receptores en los músculos conocidos como husos neuromusculares, que comunican al cerebro la longitud y capacidad de estiramiento de los músculos.
Otro pequeño experimento: imagínate que tienes los ojos cubiertos y alguien te empuja despacio hacia delante.Inmediatamente tendrás la sensación de cómo cambia la posición de tu cuerpo con relación a la gravedad.Esto ocurre debido al sistema vestibular, que está lleno de fluidos y se encuentra en el interior del oído y está relacionado con el equilibrio y el control espacial.Este sistema también da la experiencia de la aceleración en el espacio y está conectado con los ojos.
Por ejemplo, si mueves la cabeza a los lados mientras lees, esto no cambia tu habilidad de leer y mantenerte concentrado en las palabras.Esto se da porque el sistema vestibular cancela el efecto del movimiento.
Además, hay un gran número de sentidos que aportan información sobre los estados internos de nuestro cuerpo. Algunos de los más obvios son el hambre,la sed, el dolor interno y la necesidad de vaciar la vejiga o el intestino.Otros menos conscientes son las señales sobre la presión sanguínea, los niveles de pH del fluido cerebroespinal, etc.
Algunos consideran que deberíamos llevar el espectro de los sentidos más lejos, de forma que se definan por el tipo de receptores que tenemos, siendo cada receptor indicador de un sentido distinto. Si esto fuera así, sentidos muy conocidos se dividirían en distintas variedades.Por ejemplo, junto con los sensores de temperatura, en la piel tenemos también sensores relacionados con la presión mecánica, el dolor (nociperceptores) y el picor.
También en el caso del gusto, este puede dividirse entre dulce, amargo, salado y agrio y "umami", este último se asocia con el sabor a carne. Es por eso que separar lo sentidos así no parece lo más intuitivo, pues se convierte en algo aún más absurdo si nos fijamos en el olfato: los humanos poseemos más de mil receptores olfativos afinados para distintas moléculas odoríferas, sería contraproducente contar cada una como un sentido diferente.
Trasladándonos al otro extremo, pudiéramos restringir la definición de los sentidos a las categorías físicas de la información entrante, simplificándolos en solo tres: los mecánicos (el tacto, el oído y la propiocepción); los químicos (el gusto, el olfato y los sentidos internos); y la luz.
La situación se complejiza pues la acción de los sentidos se relaciona entre sí, por lo que puede no ser muy útil dividirlos, si consideramos que por lo general funcionan a la vez; por ejemplo, el color de la comida o el sonido en un restaurante pueden influir en el gusto.
Teniendo en cuenta estas relaciones, decir que sólo tenemos cinco sentidos es bastante arbitrario y básicamente lo que pudiéramos llamar un mito sobre el cerebro.
