España despide al gobierno catalán
El gobierno de Madrid despidió al presidente de Cataluña y destituyó a su parlamento el viernes, horas después de que la región se declarara como una nación independiente en la más grave crisis política de España desde el retorno de la democracia hace cuatro décadas. El 21 de diciembre se celebrará en Cataluña una nueva elección regional, dijo el Presidente, Mariano Rajoy, en un discurso televisado en un día de gran dramatismo. Además de eliminar a Carles Puigdemont como jefe de la región autónoma, también despidió a su jefe de policía y dijo que los ministerios del gobierno central se harían cargo de la administración catalana.
"España está viviendo un día triste", dijo Rajoy. "Creemos que es urgente escuchar a los ciudadanos catalanes, a todos ellos, para que puedan decidir su futuro y nadie pueda actuar al margen de la ley en su nombre". Mientras hablaba, miles de partidarios de la independencia llenaron la Plaza de Sant Jaume frente a la sede regional catalana en Barcelona.
En una deslumbrante muestra de desafío a Madrid, el parlamento catalán votó por la tarde para hacer una declaración unilateral de independencia. A pesar de las emociones y las celebraciones dentro y fuera del edificio, fue un gesto inútil ya que poco después el Senado español en Madrid aprobó la imposición del gobierno directo. Varios países europeos, incluidos Francia y Alemania, y también Estados Unidos rechazaron la declaración de independencia y dijeron que apoyaban los esfuerzos de Rajoy para preservar la unidad de España. La crisis ahora ha alcanzado un nivel nuevo y posiblemente peligroso ya que los partidarios de la independencia han pedido una campaña de desobediencia. Inmediatamente después de las noticias de la votación, se vendieron acciones y bonos españoles, lo que refleja la preocupación de los negocios por la agitación.
Cataluña celebró un referéndum de independencia el 1 de octubre que fue declarado ilegal por Madrid y estropeado por tácticas de la policía nacional de mano dura para detenerlo. Aunque el referéndum respaldó la independencia, solo obtuvo un 43 por ciento de participación, ya que los catalanes que se oponen a la independencia en gran medida lo boicotearon.
El empuje de la independencia ha causado un profundo resentimiento en España. El caos también ha provocado una fuga de negocios desde Cataluña y alarmó a los líderes europeos que temen que la crisis pueda avivar el sentimiento separatista en todo el continente. Cataluña es una de las regiones más prósperas de España y ya tiene un alto grado de autonomía. Pero tiene una lista de agravios históricos, exacerbados durante la dictadura de Franco de 1939-1975, cuando su cultura y su política fueron reprimidas. En Barcelona, Jordi Mercade, un ingeniero de 32 años que estaba celebrando con amigos, dijo que tenía sentimientos encontrados sobre los eventos del día. "Es un día para la historia, pero muchos de nosotros aquí también sabemos que no somos independientes. Ellos tienen la fuerza. Estamos orgullosos de haber declarado la independencia, pero sabemos que esto no es algo definitivo".
No es seguro si la nueva elección puede resolver la crisis, ya que podría aumentar el número de partidarios de la independencia en el parlamento. Tampoco está claro cómo otras medidas de Rajoy funcionarán sobre el terreno, debido a las reacciones de los funcionarios públicos y de la policía regional, conocidos como los Mossos d'Esquadra, que según se informa están divididos en sus lealtades. El principal grupo secesionista, la Asamblea Nacional Catalana, pidió a los funcionarios públicos que no obedezcan las órdenes del gobierno español y los instó a seguir una "resistencia pacífica".
Una gran multitud de partidarios de la independencia se reunieron frente al parlamento regional en Barcelona, gritando "Libertad" en catalán y cantando canciones tradicionales a medida que avanzaba el voto de independencia. Entre ellos estaba Mónica Sanz, de 44 años, una profesora universitaria que llevaba una bandera catalana en el cuello. "Probamos todos los medios pacíficos. Las personas moderadas han llegado a este punto porque era imposible llegar a un acuerdo con España ", dijo. La moción, aprobada luego de un debate apasionado entre defensores y opositores de la independencia, dijo que Cataluña constituía un estado independiente, soberano y socialdemócrata. Los legisladores de los miembros de tres partidos nacionales, el Partido Popular, los Socialistas y Ciudadanos, se retiraron antes de la votación. Los miembros de los partidos proindependentistas y de la extrema izquierda, Podemos, votaron 70-10 a favor, en una votación secreta destinada a obstaculizar cualquier intento de Madrid de imputarles cargos penales.
Puigdemont, que pronto sería despedido, abandonó la sala bajo los gritos de "¡Presidente!", y los alcaldes que venían de las áreas periféricas blandieron sus porras ceremoniales y cantaron el himno catalán "Els Segadors" (Los Segadores). "Cataluña es y será una tierra de libertad. En tiempos de dificultad y en tiempos de celebración. Ahora más que nunca ", dijo Puigdemont en Twitter. Pero en una hora, la cámara alta del parlamento español en Madrid autorizó al gobierno de Rajoy a gobernar Cataluña directamente. El tribunal constitucional de España comenzó una revisión del voto de los fiscales para decidir si constituía una rebelión.
En Bruselas, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que el voto de independencia no cambió nada y que la UE solo se ocuparía del gobierno central. El IBEX español cayó un 2,1 por ciento a un mínimo de cuatro días durante el día, los rendimientos de los bonos del Estado a 10 años alcanzaron un máximo del día, y el euro cayó frente al dólar el viernes después de la declaración de independencia de Cataluña. La región aporta alrededor de un quinto de la economía de España, la cuarta más grande de la zona euro. JP Morgan dijo que debido a la incertidumbre, estaba reduciendo su pronóstico para el PIB de España para el último trimestre de 2017 y el primero de 2018 a menos del 3.5 por ciento visto en lo que va del año.
