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sábado, 21 de octubre de 2017

Google Maps y el dilema de contar pasteles

Por Marta A.

Si estas a dieta o quieres simplemente controlar tu peso corporal, tener conocimiento del número aproximado de calorías que quemas diariamente cuando caminas de un lugar a otro puede ser muy útil. Lo controversial viene cuando hay “algo”, llámese “un servicio” que constantemente te está poniendo el dedo sobre la llaga y recordándote que tu rutina está muy lejos de ser la más saludable. Entonces, ante esta situación, poco vale el simpático pastelito con el que Google Maps ofrecía este tipo de información a los usuarios, pues las controversias ante la recién instalada función de contabilizar las calorías que una persona quema al desplazarse caminando, tuvo que ser eliminada ante el argumento de muchos de “no querer contar pasteles”.

La opción— si bien experimental, y que se encontraba disponible desde hacía tan solo una semana en algunos dispositivos que utilizaban el sistema operativo iOS de Apple, y se basaba en señalar el número las calorías junto a la ruta seleccionada por el usuario, así como su equivalencia en cupcakes: unas 110 calorías por pastelito—duró literalmente menos que un pastel en la puerta del colegio.

Este mismo martes, el gigante tecnológico confirmó que eliminaría totalmente el contador de calorías a consecuencia de los "fuertes comentarios" que recibió la compañía por parte de varios de sus usuarios. En las redes sociales, convertidas en un hervidero de réplicas se podía ver desde comentarios que calificaban la aplicación como algo “vergonzoso”, con “ínfulas presuntuosas” y que incluso podía causar desórdenes alimenticios.

“No creo que quiera saber de cupcakes después de haber hecho ejercicio” escribió una periodista en su cuenta de Twitter, y comentarios similares le siguieron en las redes, que incluso apuntaban que las estimaciones calóricas sin tener en cuenta datos de la persona o su salud en particular, razón por la cual son “totalmente imprecisas”, alegaban en la red. Tampoco faltó el argumento de la falta de base científica, un elemento que en el pasado también afectó a otras aplicaciones de la compañía como CityMapper, y hasta otras mucho más orientadas al ejercicio físico como MapMyFitness.

La enjuiciada aplicación de turno, solo tomaba como valor las 90 calorías por kilómetro que recorría el usuario, sin contemplar otros datos esenciales como la edad y peso corporal de la persona o simplemente la velocidad a la que esta caminaba.

Para expertas como Priya Tew, de la Asociación de Dietistas de Reino Unido, si bien es muy bueno motivar a las personas para que caminen más, no parece que sea la mejor forma de hacerlo tener el número de calorías quemadas en Google Maps, de acuerdo con lo que declaró la especialista a la BBC.

Por otra parte, dijo, este hecho puede fomentar la competición, pues intentar sin control quemar más y más calorías todos los días pudiese ser un desencadenante para algunas personas, las cuales tienen tendencia a hacer demasiado ejercicio, y eso no sería bueno, explicó Tew.

A esa crítica, la dietista también suma el carácter impositivo de la polémica aplicación, y es “imperdonable” que Google no lo tuviese en cuenta. Esa debe ser una opción de las personas, el querer o no contar las calorías, no algo a lo que estén obligados, dijo. Los cuestionamientos llovieron, y terminaron siendo más pesados que los aplausos de algunos usuarios, que también existieron en este dilema, y la idea feliz de fomentar hábitos saludables a través de motivar a la gente a caminar más, no tuvo la mejor de las ejecuciones.

Digamos que centrar esa rutina en un número no es lo más recomendable, sobre todo para las personas que padecen desórdenes alimenticios. No tiene el mejor de los sentidos el hábito que se ha entronizado en muchas de nuestras sociedades de pensar sobre el cuerpo humano, los alimentos que comemos y la actividad física que practicamos como si fuera una ecuación matemática. Nada más lejos de la realidad.

En medio de ese contexto, las tecnologías deben ser doblemente responsables, pues entre más promotoras sean de este punto de vista errado, mayores serán los perjuicios a la salud de las personas, en particular en cuanto a su alimentación.

Bien lo enfoca Claire Mysko, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Trastornos Alimenticios de EE.UU., cuando refiere que para "aquellos que se obsesionan con los números, ver el recuento de calorías todo el tiempo, puede ser muy opresivo, especialmente cuando estas personas están tratando de mejorar su relación con la comida".

Quizá Google debería fomentar el ejercicio más en términos de fuerza y por cómo te hace sentir, dijo la experta.

Ahora bien, más allá de críticas y polémicas, lo cierto es que el sedentarismo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, afecta el 60 % de la población mundial y provoca más muertes que la obesidad. Entonces la cuestión es perfeccionar las ideas, no desalentarse. Quizá Google Maps pronto nos traiga alguna buena y saludable sorpresa.