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viernes, 27 de octubre de 2017

Italia y su nueva ley electoral

Por Nilyam

Italia camina ya hacia unas elecciones, y en parte se debe a hombres como Denis Verdini, aliado de Silvio Berlusconi y actual líder de uno de los micropartidos (ALA) que sobreviven a base de servicios como el que el escenario parlamentario más reciente le ha permitido prestar. Luego de meses de enredos y fracasos en la elaboración de una nueva ley electoral, el Senado italiano aprobó, en una sesión que muchos calificarían de caótica, la norma legislativa que pondrá las urnas en la venidera primavera.

 

La ley, que no deja de ser polémica, fue pactada entre Silvio Berlusconi y Matteo Renzi, el político italiano que en febrero de 2014 se convirtió en Primer Ministro de Italia, dimitiendo en diciembre de 2016. La nueva norma electoral llega apostando por un sistema mixto entre el proporcional y el mayoritario, que castigará al Movimiento Cinco Estrellas y favorecerá al centroderecha.

¿Y por qué el hecho de que Italia vaya en camino a elecciones se debe a Verdini? Precisamente porque fueron sus votos los que decidieron la aprobación de la norma que se hubiera llevado por delante al Gobierno. Ante el temor a posibles enmiendas al texto y a los cambios de voto repentinos, el Ejecutivo se sometió a una moción de confianza para no tener imprevistos. El nuevo sistema electoral fue aprobado con un voto secreto por 214 votos a favor, 61 en contra y una abstención, y ahora deberá ser firmado por Sergio Matarella, presidente de la República.

La ley no convence a politólogos o expertos constitucionalistas. Giovanni Piccirilli, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad LUISS, en este sentido señala que no es “no es una ley que acerque a los ciudadanos a sus representantes, que es el problema que tenemos en Italia. Es una ley que hace menos decisivo el voto del ciudadano porque tiene que unir identidad y voto útil”. Este argumento también es empleado por el Movimiento Cinco Estrellas, que lidera las últimas encuestas, y que según los estimados, con la nueva ley perdería hasta 25 representantes en el Parlamento.

En cambio, el gobernante Partido Democrático y los de centroderecha aumentarían en unos 20 diputados. Por eso, los senadores del Movimiento Cinco Estrellas se ausentaron del Palacio Madama en el momento en que tenía lugar la aprobación de la ley. Sus protestas y la de muchos otros representantes hizo necesarios los votos de Denis Verdini para que pudiera llegarse a la mitad más uno necesarios para su validación. Verdini se convirtió en un incalculable botín.