Kirkuk se rinde ante el Ejército iraquí
Kirkuk ha sido tomada este mismo lunes por tropas del Ejército iraquí a las que los soldados kurdos se lo han puesto fácil. Ninguna resistencia se ha encontrado Irak en su entrada en la ciudad petrolera donde la bandera kurda ya no es la que ondea sobre la sede del Gobierno de Kirkuk. Desde el referéndum de independencia, los kurdos de la ciudad estaban divididos y la respuesta propiciada por Bagdad al secesionismo ha sido apoyada por un amplio sector de los mismos. El aeropuerto así como la principal base militar y distintas instalaciones petroleras han sido también tomadas por el Ejército.
Este lunes, la ciudad de Kirkuk ya dormía bajo dominio iraquí. Las tropas de las fuerzas federales de Irak entraron ayer en la ciudad petrolera sin encontrar apenas resistencia. Los soldados kurdos no impidieron la toma de su centro urbano y la localidad, foco central de disputas entre el Gobierno central y el regional de Kurdistán, pasó a manos iraquís. La población árabe así como la minoría turcomana han sido el principal apoyo de Bagdad.
La división que entre los propios kurdos se vive desde el referéndum de independencia ha hecho que parte de sus soldados, también conocidos como peshmerga, no se hayan opuesto al avance del Ejército iraquí. Sin embargo, desde el Mando General de los Peshmerga sí que se condenan los actos que se definen como “una flagrante declaración de guerra contra la nación kurda” por la cual el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, pagará un precio muy alto por iniciar el conflicto. Algo que desde la coalición internacional contra el Estado Islámico (ISIS), que lidera EE. UU., se ha visto como una serie de “movimientos coordinados, no ataques”. Así lo han expresado a través de un comunicado donde se pide a ambas partes que sigan luchando de forma conjunta contra el ISIS porque un enfrentamiento entre ellos, entre los kurdos y Bagdad, solo llevaría a un debilitamiento de la lucha contra el terrorismo así como a una guerra civil que arrastraría también a Turquía e Irán.
Las consecuencias de la entrada iraquí en Kirkuk ya se han hecho notar. Miles de vecinos de los barrios kurdos de esta ciudad, que cuenta con un millón de habitantes, han huido hacia los territorios más cercanos de la región autónoma reconocido por la Constitución de 2005. Pero, por el momento, ningún tipo de episodio violento ha tenido lugar gracias a las negociaciones entre Gobierno iraquí y una parte de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK).
