La OMS rectifica su error con Mugabe
La Organización Mundial de la Salud, había declarado al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, como embajador de buena voluntad de la organización, pero las críticas al sistema de salud del país africano, sobre todo tras la treintena de años, que Mugabe lleva en el poder, dejaron a la OMS contra la pared, y esta decidió retirar el nombramiento.
Zimbabue, era un país referente en el sistema de salud, dentro del lastimado sistema sanitario en el continente africano. Realmente era de los mejores, pero para muchos, luego de la llegada del presidente Robert Mugabe, estos han pasado a calificar como deplorables. Al parecer, eso lo desconocía la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien había nombrado recientemente a Mugabe, como embajador de buena voluntad de dicha organización. Lo que no se imaginaba la OMS es que le iban a llover las críticas por tal nombramiento, y tendría que revocar la decisión casi de inmediato. El director general de la OMS, Tedros Adhanom, dijo que había rectificado, luego de escuchar cuidadosamente a todos los que manifestaron su opinión en contra del nombramiento. Unos días antes, el propio Tedros, había valorado y elogiado la labor hecha por Mugabe en la salud del país africano. Evidentemente hay alguien aquí que no está haciendo su trabajo bien, pero sí está cobrando por ello. Tedros, habría dicho que ya le había comunicado la anulación al gobierno de Zimbabue, pero que mantenía el trabajo de la OMS, con todos los líderes, para crear un sistema de salud universal, y con repercusión positiva para todos.
¿Qué habían señalado los que oponían al nombramiento? Pues que desde que Mugabe había llegado al poder (30 años atrás), el sistema de salud de ese país africano, había caído en depresión, y que ni el propio presidente, ni sus acólitos, se trataban en dicho país. Así de colapsado estaba todo. Dijeron que faltaban insumos básicos, y que los hospitales estaban en franco deterioro. Pero, ¿quién visitó Zimbabue, que le dio el visto bueno? Mugabe por ejemplo recibe tratamientos médicos, siempre en el exterior del país. Él y su familia viajan constantemente a Singapur a tratarse en las mejores clínicas privadas de allí, mientras sus conciudadanos tienen que tratarse entre las calamidades de un sector de la salud en decadencia. La salud pública en Zimbabue es un desastre, y mientras el presidente se trata en Singapur, sus aliados más cercanos lo hacen en Sudáfrica. Para la oposición interna, la corrupción de Mugabe desvirtuó el sistema de salud, que alcanzó niveles importantes, mientras él se embolsillaba unos cuantos millones. Mugabe ha estado tres veces en Singapur, en lo que va de año, para tratamientos de salud, mientras la OMS, ignoraba esto, e intentaba premiarlo por no hacer nada. O lo que es peor, por hacer todo lo contrario al premio.
