La presión de Estados Unidos a Venezuela
Estados Unidos quiere sancionar a la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa). Suspender de forma temporal las importaciones de crudo es parte de las medidas que estudia la nación norteña como manera de “presionar” la administración del presidente Nicolás Maduro. Así lo ha dicho una fuente anónima del gobierno, la cual señaló que varios funcionarios estadounidenses están convencidos de que con Maduro no se puede tratar por las buenas. Para eso están preparando una nueva fase de más escalada de sanciones económicas y diplomáticas contra funcionarios de la nación sudamericana. Muchos de estos son señalados por supuestos casos de corrupción.
Otra de las medidas es el uso de las Reservas Estratégicas de Petróleo para cubrir inicialmente el impacto sobre las refinerías estadounidenses que actualmente importan crudo venezolano.
No es la primera vez que Estados Unidos intenta meter presión al país sudamericano para derrocar el gobierno de Maduro. Hace dos años el expresidente Barack Obama firmó un decreto ejecutivo como parte de una serie de acciones para doblegar a la nación sudamericana. En aquel entonces, el gobierno estadounidense calificó a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria” para los intereses de Washington. Este tipo de medidas, lo que persiguen en el fondo es justificar la intervención estadounidense en los países señalados de “amenaza” a sus intereses políticos y económicos.
No obstante, las discusiones internas sobre la posible aplicación de sanciones es un proceso que está avanzando con mucha cautela, ante el temor de que la medida podría profundizar la ya grave crisis económica del país. La Ley de Emergencia Internacional de Poderes Económicos y la Ley de Emergencia Nacional, ambas invocadas en la Orden Ejecutiva firmada por Obama el 9 de marzo de 2015, establecen restricciones y prohibiciones financieras y comerciales a siete funcionarios venezolanos. Como sucedió en ese momento, una eventual medida contra Pdvsa, demuestra que Caracas sigue siendo la piedra en el zapato para Washington.
Ante ello la respuesta del país sudamericano ha sido siempre denunciar que cuestiones como el unilateralismo y la extraterritorialidad practicados por el Gobierno estadounidense, constituyen una violación a los principios y propósitos de Carta de Naciones Unidas.
Venezuela también criticó la doble moral de Estados Unidos al ser “uno de los países donde la violación a los derechos humanos es una política de Estado y el belicismo es practicado en regiones enteras del mundo, negando de esta forma el acceso masivo de los pueblos a los derechos humanos”.
