Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

jueves, 19 de octubre de 2017

La violencia no tiene freno en El Salvador

Por LauraB

El asesinato de seis personas en el occidente de El Salvador a manos de pandilleros es ejemplo de cómo la inseguridad y la violencia siguen en aumento en la nación centroamericana. La Fiscalía General de ese país le adjudicó el hecho a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras. Las autoridades centroamericanas refieren que los pandilleros tienen más 600 células en todo el país, a las cuales el Gobierno atribuye la mayoría de los crímenes. Entre el pasado 21 de septiembre y el 2 de octubre ocurrieron al menos 272 muertes violentas. Desde el primer día de este 2017 hasta el 11 de octubre, las autoridades de la Policía Nacional Civil registraron 3 mil 5 homicidios.

La cuestión de la violencia en Centroamérica es alarmante. Las pandillas famosas como la Mara Salvatrucha –conocida también como MS-13- iniciaron a operar por los delincuentes que estaban presos en Estados Unidos. Al volver a sus países de orígenes por considerarlos “excluibles” fomentaron el terror y el sicariato, incluso desde las propias prisiones en sus naciones de residencia.

El tráfico de drogas, de armas, de personas, los secuestros, entre otros, fomentaron el auge de los pandilleros en esos países centroamericanos. Las personas salen huyendo de estas bandas criminales que controlan buena parte de los territorios. Para tener una idea, la Mara Salvatrucha tiene cerca de 70 mil miembros y tuvo sus orígenes en Los Ángeles pero ahora tiene un radio de acción que cubre México y buena parte de América Central.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) americano considera a la MS-13 como una de las bandas más violentas de la región. En El Salvador hay más de 13 mil pandilleros en prisión. La violencia y las conductas agresivas marcan el “código” de estos pandilleros, muchos de los cuales fueron reclutados por el cártel de Sinaloa, el mismo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Estos individuos que fueron deportados por Estados Unidos sumaron más presión a las ya caldeadas sociedades centroamericanas. El resultado: salir de los países de origen como sea. Ni las políticas de mano dura de los diferentes gobiernos ni la mediación de la Iglesia como institución han frenado el problema.

Otro de los fenómenos producto del pandillismo son los desplazados. La cifra de las personas que huyen de la violencia creció 27 puntos porcentuales respecto al quinquenio anterior. Como solución, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso un Pacto Mundial sobre los Refugiados. El objetivo es crear un proyecto que dé paso a un acuerdo marco. Este sería discutido por la Asamblea General de Naciones Unidas prontamente.