La visible democracia en Venezuela
A pesar de haber sido desairado, de haber sido catalogado de impopular e, incluso, de dictadura. A pesar de las situaciones violentas que han impulsado sus enemigos internos y de las frecuentes amenazas externas, el proceso revolucionario que se lleva a cabo en Venezuela ha demostrado reiteradamente su voluntad democrática. Dicha demostración se hizo visible, esta vez, a través de las elecciones regionales que se efectuaron pasado 15 de octubre, cuyo objetivo fue de acercamiento, de avanzar hacia un ambiente en el que predominen el diálogo y la convivencia pacífica, y en las que la Revolución Bolivariana ganó 18 de las 23 gobernaciones en disputa.
Según reportó la cadena multinacional Telesur, para este proceso electoral, estaban habilitados más de 18 millones de venezolanos, los cuales ejercerían este derecho en los más de 13 000 locales emplazados en toda la nación para esos efectos, con un total de 30 274 máquinas y 4 216 mesas de contingencia. Además, los comicios contaron con un Acompañamiento Internacional, compuesto por más de 50 expertos (quienes, al concluir las votaciones, felicitaron al pueblo y al gobierno de esa nación suramericana), entre los que destacaban integrantes del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica, activistas sociales, periodistas, y miembros de movimientos de defensa de los Derechos Humanos. Durante la jornada de votación, que comenzó a las seis de la mañana, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena Ramírez, señaló que este había sido el proceso con menor cantidad de problemas presentados, y que los pocos que habían sido detectados se habían resuelto de forma eficaz. Añadió que la participación popular superó el 60 por ciento, lo cual superó la cifra alcanzada durante los comicios celebrados en el año 2012, que fueron del 53, 94 por ciento. Explicó también que los estados en que triunfó la oposición fueron Mérida, Nueva Esparta, Zulia, Táchira y Anzoátegui, al tiempo que resaltó que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo la victoria en el estado de Miranda, donde históricamente la oposición había alcanzado la mayoría de los votos, a pesar de que los pobladores de dicho estado fueron afectados, entre los meses de abril y julio pasados, por manifestaciones violentas que dejaron tras de sí más de un centenar de personas fallecidas.
Tras los resultados, la oposición venezolana calificó el proceso como fraudulento, y algunos de sus miembros pidieron que fuera removida la dirección de la Mesa de la Unidad Democrática, entidad que integra a los partidos políticos opuestos al chavismo, lo cual ha generado una fuerte polémica. La oposición, además, exigió un recuento de los votos, la cual fue solicitada, una vez conocido el informe de los resultados, por el presidente Nicolás Maduro Moros, en un comunicado que transmitió al país. Mientras, el coordinador del Comando Nacional de Campaña, Gerardo Blyde, expresó que entre los “abusos” que realizó el Consejo Nacional Electoral (CNE), se encuentra la reubicación de los centros de votación, al tiempo que llamó a los candidatos a llevar a cabo actividades de calle, a manera de protesta. La Mesa de la Unidad Democrática, por su parte, dijo apoyar cualquier sanción contra el país, y alentó a otras naciones a hacer lo mismo que los Estados Unidos respecto a Venezuela. Este pronunciamiento fue inmediatamente rechazado por el gobierno de Maduro, y lo consideró antipatriota, antinacionalista, entre otros. Sin embargo, extendió la mano a sus contendientes para fijar un camino de gobierno donde reine la paz.
Por otra parte, el proceso electoral efectuado en la nación bolivariana ha recibido elogios disímiles, entre los que destaca la felicitación enviada a su presidente, Nicolás Maduro, por su homólogo cubano, el General de Ejército Raúl Castro Ruz. Igualmente, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, enalteció el trabajo realizado por las instituciones del Estado que participaron en los comicios. Elogió asimismo a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, pues consideró que esta jugó un papel fundamental en cuanto a garantizar el desarrollo pacífico de las elecciones, lo cual sucede –dijo– en pocos países latinoamericanos. Igualmente –según reporta el sitio digital Prensa Latina–, varios expertos destacaron que el resultado obtenido en los comicios representa un voto contra las sanciones norteamericanas, para hacer ver a los Estados Unidos que Venezuela es una nación libre, pues varias semanas atrás el presidente Donald Trump amenazó al país bolivariano con una intervención armada.
