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viernes, 27 de octubre de 2017

Las grandes compañías de Internet pagan más en España

Por EvelynR

Los grandes de la tecnología han elevado notablemente su pago de impuestos en España, respondiendo a la presión que viene ejerciendo Hacienda en los últimos años hacia esas multinacionales que desvían la mayoría de sus ingresos a otras sociedades en Irlanda o Luxemburgo, en las que el trato fiscal es mucho más favorable. Compañías como Google o Apple han triplicado su pago por el impuesto de sociedades y Amazon o Twitter lo han aumentado notablemente. Pero esto no deja de ser un maquillaje legal, pues las firmas siguen declarando una parte mínima de los ingresos reales que consiguen en España.

La Agencia Tributaria tiene bajo inspección la mayoría de las liquidaciones de los últimos años, y casos como Apple o Amazon, las compañías han decidido abonar la reclamación de las actas o desistir de los créditos fiscales pendientes. Sin embargo, la laxitud con la que la Hacienda de España trata a esas multinacionales contrasta con la dureza con la que países como Reino Unido o Alemania les aplican.

La propia Comisión Europea es la que más rigor está aplicando, presionando a los países de la Unión Europea que son paraísos fiscales para que estas multinacionales estadounidenses para que reduzcan grandemente su factura impositiva en el resto de Estados de la Unión. Por ejemplo, Bruselas anunció el 4 de octubre pasado que obligaría a Luxemburgo a recuperar 250 millones de euros en impuestos que la compañía Amazon no pagó por haberse beneficiado de un sistema fiscal contrario al libre mercado. En esa misma fecha, la Comisión Europea declaró que denunciaría a Irlanda en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por no recuperar los 13 mil millones de euros que dejó de pagar Apple en impuestos, por las ventajas fiscales ilegales de las que se benefició en ese país.

Por ahora, las cuentas anuales de las filiales españolas empiezan a reflejar, aunque con tibieza, la mayor conciencia fiscal de los líderes de tecnología y de Internet. Aunque los motivos difieren según los casos. Por ejemplo, la filial española de Google pagó 6,48 millones de euros en impuesto sobre sociedades en 2016, tres veces más que en anterior en el que desembolsó 2,2 millones. Un aumento que refleja el incremento de las ganancias, hasta los 19,47 millones, casi 4 veces más que en el ejercicio anterior y, en menor medida de los ingresos, que aumentaron un 38,5 por ciento hasta los 92,3 millones.

Por su parte, Apple España triplicó el pago de impuestos en 2016, aunque pese a ello, la Agencia Tributaria sospecha que la filial desvía gran parte de los ingresos a Irlanda para evitar el pago de impuestos. Incluso, en junio del 2016, un equipo de funcionarios de Hacienda estuvo en las dos sedes de la filial de España en busca de pruebas que evidencien fraude fiscal.

También Apple triplicó el pago del impuesto sobre beneficios en 2016, desembolsando 11,7 millones de euros frente a los 3,3 millones del ejercicio anterior. Pero en este caso se debe a un cambio de política fiscal, pues el pago por el impuesto correspondiente a los beneficios de 2016 se incrementó a 3,3 millones, mientras que otros 3,8 millones pertenecen al reconocimiento de pagos por el impuesto de años anteriores y a la renuncia a 4,3 millones de un crédito fiscal.

Sin embargo, ese desembolso no ha servido a la filial para ponerse al día con la Agencia Tributaria, como prueba que Apple Retail Spain ha provisionado otros 9 millones de euros frente a la posibilidad de que las inspecciones de los ejercicios pendientes deriven en sanciones.

Por su parte, el grupo Amazon en España, con cuatro filiales del gigante del comercio, declaró un beneficio de 3,4 millones de euros sobre una facturación superior a los 100 millones, pero pagó 2,9 millones en impuesto de sociedades en 2016, lo que equivale a más de 10 veces que un año antes.

Pero lo más relevante es que su mayor filial, Amazon Spain Services, que se dedica a los servicios generales del grupo, ha aceptado el pago de 2,2 millones de euros a Hacienda luego de firmar las actas de conformidad de las inspecciones realizadas sobre las liquidaciones de impuestos de 2010 y 2011.

Aún así, es difícil hacerse una idea real de los ingresos, los beneficios y los impuestos que debería pagar Amazon pues el negocio real en España es gestionado por Amazon EU, que tiene sede en Luxemburgo, la sociedad tapadera que ha levantado las iras de Bruselas. De hecho, se estima que el volumen de negocio de Amazon en las naciones europeas dependen de su empresa luxemburguesa que supera los 20 mil millones anuales, por lo que la facturación en España debe ser superior a esos 100 millones de euros declarados.

Pero según Amazon, su beneficio permanece bajo por el intenso y continuado plan de inversiones y porque el negocio de distribución minorista es muy competitivo y cuenta con unos márgenes muy ajustados.

Por su parte, ni las redes sociales ni las empresas de la economía colaborativa son pródigas a la hora de cumplir con el fisco. Twitter Spain sigue el modelo estándar de desviación de ingresos e impuestos de los monstruos del negocio de Internet estadounidenses. Su filial española registra apenas ingresos porque solo es comisionista por los servicios que presta, y el grueso del negocio recae en Twitter Internacional Company, con sede fiscal en Dublín. En el caso de Facebook, aún no ha presentado las cuentas del pasado año en el Registro Mercantil. La plataforma online de alquiler de pisos Airbnb pagó 55 211 euros en 2016 por sociedades y Cabify, la empresa de alquiler de automóviles con conductor, declaró pérdidas por lo que ni siquiera abonó un euro a Hacienda en el ejercicio pasado.