Los científicos prueban que la Evolución no tiene fin
Los científicos de la Universidad australiana de Monash que realizaban uno de los proyectos científicos más prolongados descartaron la teoría sobre el 'techo' de la evolución de los organismos vivos. El resultado de la investigación probó que Charles Darwin quien tenía razón: el cambio de las condiciones externas lleva a la evolución infinita. Muchos retos de la vida moderna son una consecuencia del proceso evolutivo. Por ejemplo, el desarrollo de las células cancerígenas y la resistencia de las bacterias a los antibióticos se debe al proceso de adaptación, y del mismo modo, los cambios climáticos hacen que se adapten enteros sistemas ecológicos, reza el artículo publicado por Phys.org.
El estudio, realizado por científicos australianos y publicado en la revista Nature, permitió investigar el proceso de adaptación desde el punto de vista molecular de esta teoría que punto de conflicto entre muchos en la comunidad científica internacional. El científico Mike McDonald y sus compañeros de trabajo llevaron a cabo un estudio de laboratorio de miles de generaciones de levadura y otros microorganismos incluyendo Escherichia coli. Este experimento dirigido por Richard Lensky lleva ya 30 años realizándose, lo que constituye un plazo récord. "El estudio de Lensky es el experimento más largo sobre la evolución de microorganismos, e incluye la investigación de 67.000 generaciones de Escherichia coli, lo que equivale a un millón de años de evolución humana", explica McDonald. El experimento demostró que la Escherichia coli se iba desarrollando constantemente a pesar de vivir en unas condiciones estables para la vida. Su evolución resultó ser interminable. Esto comprueba la teoría de Darwin sobre la supervivencia del más apto y refuta la suposición de que el proceso evolutivo tiene su límite en forma de una 'adaptación máxima'.
La teoría de la evolución es como se conoce a un corpus, es decir, un conjunto de conocimientos y evidencias científicas que explican el fenómeno de la evolución biológica de las especies. Esta teoría asegura que los seres vivos no aparecen de la nada y porque sí, sino que tienen un origen y que van cambiando poco a poco. En ocasiones, estos cambios provocan que de un mismo ser vivo, o ancestro, surjan otros dos distintos, dos especies. Estas dos especies son lo suficientemente distintas como para poder reconocerlas por separado y sin lugar a dudas. A los cambios paulatinos se les conoce como evolución, pues el ser vivo cambia hacia algo distinto.
El origen de la teoría de la evolución tiene una fecha concreta y es la publicación del libro "El Origen de las Especies", del propio Charles Darwin. Pero la idea de la evolución y varios conceptos relacionados pueden trazarse hasta tiempos muy anteriores, y lo cierto es que la controvertida publicación de su libro provocó una reacción sin igual. A día de hoy, este texto, claramente asentó las bases en torno al que giran los "axiomas" básicos de la biología. Y eso ocurrió el 24 de noviembre de 1859. En él, Darwin explicó su hipótesis (demostrada ampliamente tiempo después) de cómo las especies de seres vivos evolucionan y cómo la selección natural (y la presión selectiva) empujan dicho cambio.
