Marruecos desactiva una célula terrorista vinculada al ISIS
El más reciente anuncio del Gobierno de Marruecos tiene que ver con la desactivación de un pequeño grupo terrorista vinculado al Estado Islámico, que estaba conformado por cuatro miembros en la localidad de Fez, al norte del país africano. Funcionarios del Ministerio del Interior calificaron a esta célula de muy peligrosa, pues estas personas, que ya han sido detenidas, estaban planeando realizar atentados en esta localidad. Las operaciones de desmantelamiento del grupo yihadista incluyeron la incautación de armas blancas, como hachas y cuchillos, así como documentos apologéticos del Estado Islámico.
El operativo se realizó dos días después de que fueran detenidas seis individuos sospechosos de estar relacionados con una célula terrorista vinculada al grupo yihadista, que fue desarticulada el 14 de octubre. La Oficina Central de Investigaciones Judiciales emitió un comunicado donde detallaba que las detenciones se desarrollaron durante la última semana en Rabat, la capital, y otras localidades de Beni Melal, al centro, y El Yadida, al sur de , Casablanca. De este modo, el Ministerio del Interior indicó que las personas detenidas son sospechosos de participar en los planes terroristas de la célula de Estado Islámico desmantelada el 14 de octubre, que atentaría contra la seguridad y la estabilidad del país.
Las autoridades marroquíes indicaron que la célula desactivada el pasado 14 de octubre tenía planificados realizar atentados, además de la localidad de Fez, en otras como Mequínez, Juribga, Casablanca, Zauiat Cheij, Sidi Benur, Demnate y Sidi Harazem. Al menos once personas, incluyendo al que sería el líder de la organización, fueron arrestadas en un piso franco donde encontraron tres pistolas, dos escopetas, materiales para fabricar cinturones suicidas, y productos químicos que usualmente se utilizan para fabricar explosivos. Las autoridades de Marruecos han confirmado el desmantelamiento de decenas de células yihadistas desde 2002, y unas 50 de ellas tenían estrechos vínculos con el Estado Islámico.
Para el periodista Hicham Houdaïfa, quien publicó un libro en versión francesa y árabe titulado “Extremismo religioso”, el problema más grave que tiene un país como Marruecos es la banalización del radicalismo. Durante varios meses, Houdaïfa pudo comprobar esta premisa cuando recorrió, junto a un compañero, algunos de los principales barrios marroquíes, conocidos por ser exportadores de yihadistas, y además visitarlas principales universidades con asignaturas de estudios islámicos. El periodista sí reconoce que el Estado marroquí dedica grandes esfuerzos para difundir un islam del rito malekita “del justo medio”, alejado de la violencia. “Pero está claro que ese trabajo no es suficiente. Hay combatir el radicalismo con una verdadera reforma de la educación”, concluye Houdaïfa.
