Obama y Macri se van de golf
Como privado e informal fue catalogado el encuentro entre el mandatario argentino Mauricio Macri y el expresidente de los Estados Unidos Barack Obama durante un juego de golf. Más allá de una mera competencia, el campo del Buenos Aires Golf Club, en Bella Vista, se convirtió en escenario de conversaciones sobre el vínculo bilateral de ambas naciones y los desafíos de Argentina cuando asuma la presidencia del G-20, uno de los círculos que mueven los hilos de poder en el mundo.
Protegidos por un fuerte cordón de seguridad, Macri y Obama jugaron en sweters grises y pantalones sports, desde cerca de las 10:30 de la mañana hasta el mediodía. Concluida la jornada de juego, se trasladaron hasta la quinta "Los Abrojos", propiedad de la familia Macri.
El juego fue apenas un “además” en la visita del expresidente; Obama arribó ayer a Argentina para participar en la Cumbre Economía Verde en Córdoba, un encuentro de personalidades vinculadas a la ciencia, la economía y el desarrollo sustentable. En el certamen, organizado por la Advanced Leadership Foundation junto al gobierno de Córdoba, Obama impactó a los invitados con un discurso proambientalista, contra la contaminación ambiental. Se pronunció además por entender que sustentabilidad ambiental y crecimiento económico no son incompatibles.
Entre discursos oficiales y juegos de golf, Obama recordó en su visita la primera vez que estuvo en la Argentina, año y medio atrás, y repasó su encuentro con la Catedral, al Parque de la Memoria, su baile de tango y la clásica carne de res. Fue en el marco de una reunión bilateral en Balcarce 50 que luego de concluida, los llevó a ambos, junto a sus esposas Juliana Awada y Michelle Obama, a la Patagonia. Desde aquel entonces ambos mandatarios mostraron simpatías personales, y firmaron acuerdos bilaterales. De hecho, una vez concluido su mandato como jefe de Estado estadounidense, Obama telefoneó al argentino, el pasado 24 de febrero, cuando el líder del PRO realizaba una visita de Estado a España. En esa ocasión, el demócrata le pidió disculpas por no haber podido vacacionar en la Patagonia.
Algunos especulan que Macri no ha querido (en vano) publicitar demasiado la visita de Barack pues teme que la Casa Blanca interprete el gesto como simpatías con su discurso ambientalista, y contrario a la visión que Donald Trump tiene sobre el tema.
