¿Qué ha pasado contigo, Argentina?
Antes de que arrancara la eliminatoria de Conmebol para la Copa Mundial de fútbol Rusia 2018 nadie en su sano juicio, ni siquiera los más acérrimos críticos del fútbol argentino—que no son pocos—se hubiera atrevido a pronosticar que, a falta de una jornada, la selección albiceleste estaría fuera de los puestos de clasificación y del repechaje, al ocupar la sexta plaza. ¿Qué ha pasado con ese equipo, tan lleno de talento y en el que juega el mejor futbolista del mundo, ese que maravilla con sus espectaculares goles en Barcelona? En Argentina se rasgan las ropas y tratan de buscar a un “culpable”.
En Argentina se rasgan las ropas y tratan de buscar a un “culpable”. Por eso echaron a Edgardo Bauza, por eso no se cansan de criticar a Lionel Messi y siguen empecinados en encomendarse a un “salvador”, que ciertamente no es la “Pulga”, ni tampoco Jorge Sampaoli, porque el fútbol es un deporte colectivo, en el que una chispa de genialidad quizás pueda salvar un día, pero no un campeonato.
La situación es extremadamente tensa para Argentina. La selección albiceleste marcha sexta en la tabla de posiciones y necesita una victoria ante Ecuador, en la altura de Quito, para lograr un boleto a Rusia. Un empate quizás le permita seguir con vida y avanzar al repechaje frente a Nueva Zelanda; pero ninguno de estos dos resultados será fácil, no solo por el pobre nivel mostrado por varios de los jugadores argentinos (con Ángel Di María a la cabeza) en su más reciente enfrentamiento ante Perú, sino porque la historia está en su contra.
La última vez que una selección argentina superó a Ecuador, en Quito, fue 16 años atrás. Entonces Marcelo “el Loco” Bielsa se sentaba en el banquillo y Hernán Crespo y Juan Sebastián “la Brujita” Verón eran referentes en el ataque. Además, en el estadio “Atahualpa”, sede del crucial duelo, Argentina apenas ha logrado un punto de nueve posibles en las eliminatorias de Conmebol. Rumbo a la Copa de Alemania 2006, bajo la conducción del ahora DT de Colombia, José Pékerman, la albiceleste cayó 2 por 0; luego, para el Mundial de Sudáfrica 2010, con Diego Armando Maradona como DT, Argentina volvió a ceder por el mismo marcador y solo cuatro años más tarde, cuando Alejandro Sabella era el DT, la albiceleste alcanzó un punto, tras igualar a un gol.
Por tanto, todo parece ir en contra de Argentina. Las críticas en ese país han arreciado. La prensa ha mantenido una posición en su mayoría destructiva y esto ha provocado que se mantenga el inédito “voto de silencio” de los jugadores, que no ofrecen declaraciones a medios de ese país. Al pésimo estado de ánimo se suman las lesiones del Kun Agüero, que no entró en esta última convocatoria tras sufrir un accidente en un taxi, después de presenciar un concierto de Maluma y la de Fernando Gago, quien apenas jugó cuatro minutos frente a Perú, antes de romperse el ligamento de la rodilla. Las imágenes de Gago tratando de continuar en el juego, en medio de tanto dolor, le dieron la vuelta al mundo; pero ni siquiera ese acto de valentía pudo impulsar a sus compañeros de equipo.
A pesar de tantos elementos adversos, todavía muchos esperan que Argentina sea capaz de sobreponerse a sí misma y consiga la victoria en Quito y, con ella, el boleto al Mundial de Rusia 2018. Tal vez Messi tenga una noche muy inspirada y sus compañeros aprovechen todas las opciones que, casi seguro, generará la “Pulga”, quizás luego llegue la “reconciliación” entre los hinchas, la prensa y su selección; pero, de cualquier forma, ningún resultado podrá borrar ahora la imagen de un equipo que no acaba de aprovechar el enorme talento de una generación dorada.
