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martes, 17 de octubre de 2017

Si te vistes de rojo te verás más sexy

Por G_nkerbell

El rojo está muy presente en nuestra vida cotidiana, en las señales de tráfico, en las señales del tránsito, en los precios de las rebajas y en los alimentos del mercado. Es el color de la prisa y de la urgencia, de lo inmediatez, y también de la atracción sexual. Por ello las prendas de color rojo, no digamos ya la ropa interior, siempre han tenido un toque muy especial y una intención seductora, pues se ha revelado que elevan la autoestima de quien las lleva. Otros estudios al respecto revelan que la fascinación por el rojo tiene una base objetiva basada puramente en la biología. Un experimento del año 2010 llevado a cabo por varias universidades indicaba que las mujeres vestidas con ese color resultaban más seductoras a ojos de los hombres.

Desde el punto de vista de la psicología popular sobre los colores, el rojo es el color más apasionado, el que se usa como señal de alarma y reclamo, pues capta rápidamente la atención. También está muy vinculado obviamente a la sangre, al amor, a la intimidad y a la alegría, y en el lado negativo, a las malas notas, a los problemas económicos, a la guerra, a la violencia, a lo prohibido y hasta a la muerte pues en algunos países de Asia escribir un nombre con tinta roja significa que esa persona está muerta. El rojo está muy presente en nuestra vida cotidiana, en las señales de tráfico, en las señales del tránsito, en los precios de las rebajas y en los alimentos del mercado.

Según un estudio liderado por la psicóloga Anne Berthold, de la Universidad de Zúrich, en Suiza, las personas que se visten con los tonos del color rojo se ven a sí mismas mucho más guapas y atractivas que las que van vestidas, por ejemplo, de azul. Para llevar a cabo esa investigación, que fue publicada en el European Journal of Social Psychology, los científicos solicitaron a un grupo de voluntarios que se pusieran una camiseta o azul o roja y que luego entraran en unos compartimentos equipados con espejos, a semejanza de los probadores de las tiendas. Luego de este paso, les solicitaron que evaluaran su atractivo.

Finalmente, les pidieron que se volvieran a calificar, pero esta vez después de hacerse una foto a sí mismos y verse en ella. El resultado fue determinante: los que iban de rojo se sentían mucho más sexis. Según los propios autores de la investigación, la razón de ese efecto es que ese color llama más la atención e indica inconscientemente disponibilidad erótica. Vestirse de rojo indica que estás sexualmente más receptivo que si te pones ropa de otro color. Esto tiene también un aspecto negativo: que lucirlo puede ser contraproducente para aquellos individuos más tímidos, a los que les resulta incómodo llamar demasiado la atención.

Otros estudios al respecto revelan que la fascinación por el rojo tiene una base objetiva basada puramente en la biología. Un experimento del año 2010 llevado a cabo por varias universidades indicaba que las mujeres vestidas con ese color resultaban más seductoras a ojos de los hombres. Para lograr medir la influencia del rojo sobre la atracción sexual, un equipo de psicólogos mostró a un centenar de veinteañeros fotos de mujeres con un nivel de atractivo parejo, pero con la diferencia de que los marcos eran en rojo o en blanco.

En otras imágenes jugaban con el contraste de colores entre el rojo, el gris, el verde y el azul. Para concluir, mostraron imágenes de mujeres cuya camiseta había sido coloreada de rojo o de azul. En todas las ocasiones, las mujeres que aparecían con el marco rojo o con prendas de ese color fueron consideradas mucho más atractivas y deseables en el plano sexual por los hombres que aquellas que estaban vestidas o enmarcadas con otros colores. La explicación tiene su origen en la fisonomía de nuestros ancestros.

Por ejemplo, las hembras de especies de primates como los babuinos y los chimpancés se enrojecen a modo de señuelo sexual cuando se acerca el período de ovulación. De esa forma consiguen atraer a los machos y aumentar así su disponibilidad para copular. Algo muy parecido pasa con nosotros, los seres humanos. Y es que la sexualidad es mucho más primitiva de lo que pensamos y el rojo ha conservado esa capacidad de atraer y despertar nuestras pasiones.