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lunes, 23 de octubre de 2017

Tanatofobia, un síndrome para superar

Por Elizabeth Almeida

Este síndrome se encuentra bastante ligado con la necrofobia, el miedo a las cosas muertas. A veces, ambos términos se emplean indistintamente, aunque la tanatofobia define algo mucho más específico, pues incluye, aunque necesariamente no se limita a ella, el miedo a la propia muerte, o también a menudo el fuerte temor a perder a un familiar cercano o a un amigo en un futuro próximo. Necrofobia se emplea más bien para hacer referencia al miedo a la muerte en general y a las cosas muertas, como son cadáveres humanos y animales, así como a ciertos objetos o rituales asociados a la muerte como ataúdes, tumbas, lápidas o cementerios.

En la actualidad existen varios tratamientos destinados a luchar contra la tanatofobia, que no es más que el miedo a morir y que se convierte en un verdadero problema para quien lo padece. Los tanatofóbicos llevan la ansiedad natural que tienen todos los seres humanos ante el hecho de fallecer hasta un extremo excesivo que les hace sufrir y limita considerablemente su vida cotidiana. Este se trata de un trastorno que según se ha comprobado no proviene de factores objetivos. La prueba es que la tanatofobia es bastante menos común entre las personas de la tercera edad ya que, por lógica, tienen más posibilidades de fallecer antes, que la persona más joven y sana.

Este síndrome se encuentra bastante ligado con con la necrofobia, que es el miedo a las cosas muertas. A veces, ambos términos se emplean indistintamente, aunque la tanatofobia define algo mucho más específico, pues incluye, aunque necesariamente no se limita a ella, el miedo a la propia muerte, o también a menudo el fuerte temor a perder a un familiar cercano o a un amigo en un futuro próximo.

Necrofobia se emplea más bien para hacer referencia al miedo a la muerte en general y a las cosas muertas, como son cadáveres humanos y animales, así como a ciertos objetos o rituales asociados a la muerte como ataúdes, tumbas, lápidas o cementerios.

En el caso de la necrofobia, el término se deriva del griego ya que necros significa cadáver y phobos es miedo. Quienes padecen de esa condición no son capaces de explicar coherentemente el fuerte sentimiento escalofriante y paralizante que experimentan al encontrarse frente a una momia o a un muerto, semejante a lo que sufren los claustrofóbicos en espacios cerrados.

Volviendo al miedo más específico de la tanatofobia, el del propio fallecimiento, suele originarse, a semejanza de otras fobias, por algún acontecimiento traumático sufrido durante la etapa de la infancia o bien por un miedo infantil que no fue tratado a tiempo y que termina por converger en una fobia. Esta condición, puede llegar a tener consecuencias bastante severas pues puede generar frecuentes ataques de pánico, por lo que los tratamientos en ocasiones llegan a incluir algunos medicamentos para controlar la ansiedad.

En ocasiones se manifiestan también varios trastornos físicos causados por la tanatofobia, como puede ser la sensación de boca seca, el insomnio, ataques de ansiedad, palpitaciones y temblores. Los temblores suelen comenzar en las manos y luego pueden repetirse en episodios discontinuos que aumentan gradualmente en frecuencia y severidad si la fobia continúa sin tratamiento y las crisis de depresión y ansiedad se suceden en menores lapsos de tiempo.

Para lograr superar la tanatofobia se debe acudir a la consulta de un especialista. Las terapias contrastadas más efectivas en la actualidad usan varias estrategias para detener los pensamientos intrusivos, relajar al paciente y centrar la mente en el presente deteniendo la continua anticipación.

Sin embargo también existen otros métodos aún más revolucionarios. En algunas naciones se están aplicando técnicas de realidad virtual para tratar ese trastorno. Este 2017, Mel Slater, investigador ICREA del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Barcelona, publicó un estudio en el que aplica la conocida realidad virtual de forma terapéutica.

El tratamiento consiste en hacer sentir a los afectados que un cuerpo virtual es el suyo. Luego se les pide que se salgan de su propio cuerpo y se analicen desde arriba, es decir, se crean una experiencia ficticia de viaje extracorporal. Los resultados alcanzados hasta el momento muestran que el método sirve para lograr perder gran parte del miedo a la muerte. Según Slater, se debe a que la experiencia permite a los afectados vivir a fondo la sensación de vida más allá del cuerpo físico.