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lunes, 16 de octubre de 2017

Trump tampoco soporta a Irán

Por Eme

Desde que estaba en campaña por la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump no soportaba el acuerdo nuclear que su antecesor Barack Obama, había convenido con Irán. Lo había calificado del “peor de la historia”, y aunque ahora sus asesores y las Naciones Unidas le ratifiquen que Irán lo ha cumplido al pie de la letra, Trump igual lo quiere romper.

Donald Trump tenía un objetivo claro desde que llegó a la presidencia de los Estados Unidos y lo ha cumplido bien. Su objetivo era desbaratar todas las políticas y acuerdos posibles que su antecesor, Barack Obama, hubiese echado a andar. Todas para él, en medio de su campaña, eran malas, retrogradas, inútil. Nada de lo que hacía Obama para Trump tenía sentido.

En ese camino fue tras el Obamacare, las relaciones con Cuba, las leyes de migraciones, y ahora tiene en la mira el acuerdo nuclear con Irán, que además de Estados Unidos, firmaron otros miembros del Consejo de Seguridad. Acuerdo, que instaba a que el desarrollo nuclear de esa nación árabe, fuera estrictamente con fines pacíficos. Acuerdo, además, que según los propios asesores del actual mandatario norteamericano y los demás países firmantes aseguran que Irán está cumpliendo al dedillo. Pero Trump no quiere saber de ese acuerdo, que calificó en campaña como el peor de la historia americana. No importa lo que le digan, no quiere acuerdos con ese país, porque según Trump, Irán es un país que financia el terrorismo, y que con ello desestabiliza a varios países del Medio Oriente. Por supuesto, esto en clara referencia, a las diferencias latentes entre Irán, y el aliado preferido de Estados Unidos, Israel.

El presidente de Irán, Hassan Rouhani, negoció el acuerdo directamente con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, luego de varias sanciones económicas que le presionaron a ello. Pero a Trump, no le parece en la actualidad, de hecho cree que con ese acuerdo, Irán lo que hizo fue beneficiarse y hacerse cada vez más rico. El acuerdo mantenía a Irán dentro de los límites de inspecciones internacionales a su desarrollo nuclear, lo limitaba solo a ciertas áreas, mientras se levantaban algunas de esas sanciones económicas. Trump prefiere la mano dura, que se entienda que él tiene el poder.

El magnate norteamericano se ha rodeado de varios militares que en lo personal tienen ciertos antagonismos con los gobernantes de Irán y sus milicias. Muchos lo consideran como el “coco” en el Medio Oriente, y por lo tanto prefieren que no haya tales acuerdos entre ambas naciones. Lo otro que le molesta a Trump, es que Irán es junto a Rusia, un fuerte aliado militar de Siria, y el presidente Bashar al Asad. Irán por demás utiliza al territorio sirio como puente hacia el Líbano, de donde al Asad, recibe apoyo militar para mantener su gobierno en pie. O sea que a Trump, el acuerdo en sí no le molesta, fue una buena jugada diplomática de la administración de Obama, pero a Trump le molesta que sea con Irán.