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sábado, 21 de octubre de 2017

Un autobús anti atascos

Por G_nkerbell

A mediados del año pasado la empresa china Transit Explore sacó algo que podría ser la solución para los molestos embotellamientos. Se trata de un autobús de sesenta metros de largo y ocho de ancho que ayudaría a saltarse los atascos pasando por encima de los vehículos. Sin embargo, el millonario proyecto de la empresa no dio el resultado esperado. Tanto el prototipo del autobús como la zona de pruebas han acabado abandonados e inutilizables en China. La llamada zona experimental, a 300 kilómetros de Pekín, llamado Qinhuangdao, para ser más exactos, es un territorio de pruebas que acogió el estreno del TEB, el cual hoy en día está abandonado en medio de la calle. 

Se dice que las ideas más inesperadas de toda la humanidad usualmente surgen en Asia, sobre todo el Asia Oriental. Países como Japón y China son habitualmente los mayores patrocinadores de ideas consideradas “fuera de lo común” para el entretenimiento de las personas o para lograr los avances tecnológicos más eficientes y necesarios. No obstante, la mayoría de estas novedosas ideas dan resultado, debido a lo puntilloso de cada plan que se realiza, así sea algo simple para hacer reír a las personas. En este tipo de proyectos sea de entretenimiento o tecnología normalmente hay pocos riesgos y casi siempre triunfan, porque todos están muy bien pensados, como por ejemplo, una nueva montaña rusa que se abrió en Japón, considerada la más alta y complicada del mundo.

Siguiendo el planteamiento de que mediante el uso de la ciencia y la tecnología, muchas cuestiones del diario obtienen rápidas y eficientes soluciones, sabemos que cada día en diferentes regiones de Asia surgen nuevos descubrimientos, muchas veces relacionados a la mayoría de las esferas de desarrollo social que no solamente se vinculan a hechos pasados relacionados con la historia, las leyendas y los mitos que abundan en la Tierra, sino que van hasta encontrar respuestas más sencillos que garantizan mayor comodidad y un mejor estilo de vida a las personas. Son muchas las cuestiones que han quedado resueltas hoy debido a avances tecnológicos que han permitido descubrir pistas y pruebas que muestran un creciente desarrollo.

No obstante, algunas veces la tecnología no ha tenido el suficiente apoyo y muchas de las posibles soluciones buscadas se han quedado en la camino. Por ejemplo, a mediados del año pasado la empresa china Transit Explore sacó algo que podrías ser la solución para los molestos embotellamientos, un autobús de 60 metros de largo y 8 de ancho que ayudaría a saltarse los atascos pasando por encima de los vehículos. El proyecto, nombrado TEB, siglas para Transit Elevated Bus, fue rápidamente popular y mundialmente publicitado y llamó la atención de muchísimas personas preocupados por el tiempo que se pierde en los embotellamientos. Los grandes medios de comunicación hicieron un gran espectáculo con tamaño desafío para el transporte.

Pero, menos de un año después de su inauguración el proyecto de la empresa no ha tenido el impacto y la acogida que se esperaba en los inicios, y el día de hoy está completamente abandonado. No obstante la idea era genial para la mejora del transporte público: transportar a más de mil personas en uno de los países más superpoblados del mundo ahorraría energía y tiempo a aquellos que deben enfrentar un largo camino cada día , y además sería la solución perfecta a los atascos.

Sin embargo, el millonario proyecto de la empresa no dio ninguno de los resultados que tanto se esperaban. Tanto el prototipo del autobús como la zona de pruebas han acabado abandonados e inutilizables en China. La llamada zona experimental, a 300 kilómetros de Pekín, llamado Qinhuangdao, para ser más exactos, es un territorio de pruebas que acogió el estreno del TEB, el cual hoy en día está abandonado en medio de la calle, y representa un gran incordio para habitantes y conductores. Una verdadera lástima de algo que habría constituido un ícono del transporte a nivel mundial y habría solucinado muchas cuestiones hoy existentes.

Además, la inversión para este proyecto fue bastante amplia y su fracaso provocó pérdidas millonarias. Por ello existen abandonados hoy en Pekín 3 autobuses y no solamente la zona y el proyecto encontraron su fin, sino que la empresa creadora de la iniciativa también actualmente ha desaparecido del mapa, y se llevó consigo las inversiones iniciales que apoyaron la idea.