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lunes, 30 de octubre de 2017

Un maleficio de 29 años se rompe en Los Ángeles

Por Aliet Arzola

Casi tres décadas han pasado desde que Tommy Lassorda comandara a los Dodgers de Los Ángeles rumbo al título de la Serie Mundial, el último conseguido por la franquicia de MLB que tiene su sede en Chavez Ravine. El conjunto azul ganó en 1988 y desde entonces los dioses beisboleros le dieron la espalda con una maldición que ha dejado su palmarés en seis coronas.

 

El maleficio ha sido tal que, además de no ganar, tampoco habían podido disputar ninguna otra final en el Clásico de Otoño, como popularmente se le conoce a la gran final del certamen beisbolero en Estados Unidos. Este 2017, afortunadamente para los fanáticos de Los Ángeles, ha representado un punto de inflexión, pues la novena que comanda Dave Roberts ganó más de 100 partidos en la campaña regular, y en la postemporada han arrasado con todos los contrarios hasta llegar a la discusión de la corona. Las fórmulas de Andrew Friedman, gerente general de la franquicia, ha dado resultados, apostando por un poderoso sistema de fincas y contratos generosos que no han complicado en exceso el presupuesto del millonario conjunto.

Si bien los Dodgers presentan una de las nóminas más altas en cuanto a salario en MLB, no arrastran ningún lastre en su plantilla, porque no se puede considerar como tal al contrato de Clayton Kershaw, por el cual devengan más de 30 millones de dólares. Pero Kershaw no solo es el rostro de la franquicia y el ídolo de Chavez Ravine, sino que además es considerado el mejor lanzador del planeta. Del resto de los contratos, existe cierto escepticismo por los millones que se le deben a Andre Ethier, un jardinero suplente que ha visto pasar sus mejores horas y gana 17.5 millones. Más allá de eso, los Dodgers han salido de complicados acuerdos como los de Matt Kemp o Carl Crawford.

Atrás quedaron los tiempos de inmovilidad en la gerencia general, que en rango de tiempo corto ha dado la oportunidad en las Mayores a Corey Seager, Cody Bellinger, Chris Taylor o Andrew Toles, jóvenes que han cargado con el peso de una novena histórica. Toles se lesionó a principios de la presente campaña, pero los otros tres chicos materializaron un rendimiento ejemplar, que hizo olvidar, incluso, la temporada plagada de lesiones del mexicano Adrián González, quien se suponía fuera el guía de la ofensiva azul. A esos jóvenes los ha liderado el portentoso Justin Turner, además del impetuoso cubano Yasiel Puig, o los experimentados Chase Utley o Logan Forsythe. A todo eso debemos añadir un cuerpo de lanzadores profundo, en el que se nota la mano de la gerencia, pues en la fecha límite de cambios lograron añadir al japonés Yu Darvish y a los relevistas Tony Watson y Tony Cingrani. Ellos se han acoplado con Brandon Morrow y Kenley Janssen, dos de los mejores apagafuegos de la liga. La conjunción de todos esos elementos ha conducido a los Dodgers a enterrar 29 años en blanco.