Un nuevo descubrimiento desafía la historia de la mujer
Una nueva cuestión halló por estos días un grupo de arqueólogos que puede desatar otros miles de interrogantes sobre hechos que ya estaban prácticamente probados relacionados con las culturas orientales. El grupo ha desenterrado los restos de una gran estatua en ruinas ubicada en una antigua ciudadela en Turquía. Aunque los expertos aún no están seguros de la identidad de la mujer, ya son muchos los que creen que el hallazgo desafía lo que hasta ahora se tenía por sabido en relación a las mujeres en Oriente Próximo y su estilo de vida y creencias.
Cada día en este planeta surgen nuevos descubrimientos, muchas veces relacionados a las antiguas etapas en que llovían los relatos heroicos de épocas convulsas y misterios que conllevaban pérdidas de ciudades y territorios completos, por el azote de las guerras o de fenómenos naturales, o quizás por otros hechos todavía inexplicables, a los que solamente pueden adjudicárseles hipótesis y teorías. Miles de historias y mitos de la antigüedad han quedado aclarados hoy debido a avances tecnológicos que han permitido descubrir pistas y pruebas que muestran una historia rica en hechos heroicos, misterios y leyendas formados por personajes que parecieran salidos de filmes de ficción, pero otros quedan aún sin solución plasmados en las interminables páginas en blanco de la epopeya humana.
Si algo nos han enseñado los descubrimientos de los últimos años en materia de ciencia y tecnología, es que la historia humana está volviendo a reescribirse cubriendo algunos interrogantes y desatando un millón más hasta ahora sin solución posible. Los hechos hasta ahora aclarados han devenido hoy un puzzle realmente complicado en el que cada vez que una pieza encaja, dos más se salen de lugar. Y cada pieza, es un problema más para los miles de científicos que intentan hoy hallar las respuestas de épocas que casi no dejaron huellas.
Una nueva cuestión halló por estos días un grupo de arqueólogos que puede desatar otros miles de interrogantes sobre hechos que ya estaban prácticamente probados relacionados con las culturas orientales. El grupo ha desenterrado los restos de una gran estatua en ruinas ubicada en una antigua ciudadela en Turquía. Aunque los expertos aún no están seguros de la identidad de la mujer, ya son muchos los que creen que el hallazgo desafía lo que hasta ahora se tenía por sabido en relación a las mujeres en Oriente Próximo y su estilo de vida y creencias.
Los restos hallados por los arqueólogos son disímiles, pero abarcan solamente 1,1 metros, aunque estos han calculado que la estatua original pudo llegar a medir hasta 5 metros de altura por el diseños de los fragmentos. Recientemente se descubrieron esos restos en Tell Tayinat, ubicado al sudeste de Turquía, y lugar conocido por albergar muchísimas ruinas arqueológicas la mayoría ya analizadas en otras excavaciones. Dicho territorio fue catalogado como Kunulua, la capital del reino neo-hitita, como se le conociera hasta la conquista por parte de los asirias en el año 787 a.C.
Los científicos están muy complacidos con el reciente descubrimiento que puede cambiar múltiples creencias e indican que los llamativos rasgos de la estatua femenina incluyen un anillo de rizos que sobresalen debajo de un chal que cubre su cabeza y también sus hombros y espalda, según refiere Timothy Harrison, profesor de arqueología oriental de la Universidad de Toronto. Afirma igualmente, que la estatua fue encontrada boca abajo en un grueso lecho de trozos de piedra de basalto, que incluían fragmentos de sus ojos, nariz y cara, y también pedazos de esculturas previamente encontradas en otros lugares de esa amplia zona.
El equipo de arqueólogos manifiesta que con la recuperación de estos diminutos fragmentos se podrá restaurar prácticamente todo el rostro y la parte superior del cuerpo de la estatua, según indicó el mismo experto.
Ciertas teorías desarrolladas hasta ahora apuntan a que la persona representada por los fragmentos de piedra es Kubaba, conocida como la divina madre de los dioses de la antigua Anatolia. Sin embrago, otros creen que hay indicios y pistas de que la fémina es realmente una escultura de la esposa del rey Suppiluliuma, o quizás una mujer llamada Kupapiyas, que fue la esposa de Taita, quien creó la dinastía de Tayinat.
