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miércoles, 11 de octubre de 2017

Una independencia muy corta

Por Nacional Newsgur

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, declaró ayer durante el pleno del Parlament la independencia para un par de segundos más tarde pedir su suspensión durante varias semanas en pro de la mediación y el diálogo. Con una hora de retraso, Puigdemont expuso en la cámara catalana un discurso preparado para tratar de contentar a todos: independentistas, Gobierno central, empresarios y comunidad internacional. Junts pel Sí y la CUP firmaron al final del pleno el documento donde se proclama proclama “la república catalana, como Estado independiente”.

Su intervención era esperada por todos. Se había convocado el pleno del Parlament de Cataluña para este martes a las 18 horas pero no fue hasta una hora más tarde cuando el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, compareció ante la cámara para dar cuenta de la situación política de Cataluña tras los resultados del referéndum independentista ilegal del 1 de octubre. Sobre la mesa se planteaba si, finalmente, el presidente catalán se atrevería o no a declarar de forma unilateral la independencia. Y sí, lo hizo. Pero su apuesta secesionista duró tan solo seis segundos. Y es que nada más hablar de independencia y de una hipotética república catalana, Puigdemont pidió al Parlament que se anulasen sus efectos durante varias semanas en pro de la mediación y el diálogo.

“Asumo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”, aseguró Carles Puigdemont apoyándose en los resultados de la consulta ilegal que la misma Generalitat presentó a la cámara parlamentaria. Pero, seguidamente, añadió que proponía “que el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos el diálogo”. Algo que no gustó nada a los cientos de ciudadanos que se congregaron alrededor del Parlament con la esperanza de volver a casa habiendo conseguido la independencia. Pero la Generalitat gana así tiempo para calibrar la situación y mostrarse, aparentemente, más sensata. Un paso para tratar de contentar a todos: independentistas, Gobierno central, empresarios y comunidad internacional.

Pero no parece haber tenido mucho éxito la idea. Desde la CUP ya se presiona a la Generalitat para que, en el plazo máximo de un mes, proclame la definitiva independencia de Cataluña. Desde la Unión Europea se ha vuelto a resaltar que no habrá mediación al tratarse de un problema interno de España. El mismo Gobierno central se reúne esta mañana en Consejo de Ministros para determinar cuál va a ser el siguiente paso. Y las empresas siguen huyendo de Cataluña hacia distintos puntos del país.

Al acabar el pleno, el ambiente de incertidumbre dio paso a la firma por parte de Junts pel Sí y la CUP, quienes tienen mayoría en el Parlament, de un documento, sin validez jurídica al no haber sido votado en la cámara, donde se proclama “la república catalana, como Estado independiente”.