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domingo, 1 de octubre de 2017

Una úlcera imposible de curar

Por Yamy

La úlcera de Buruli es una enfermedad infecciosa que últimamente ha mostrado crecimiento en Australia. Los expertos indican que se trata de un padecimiento que suele ser más frecuente en países que se encuentran en vías de desarrollo; y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta ahora se han reportado infestados en 33 países, todos en zonas cálidas.

Una adolescente australiana de 13 años de edad, llamada Ella Crofts, ha sido afectada por una úlcera de Buruli que le carcomió parte de la rodilla, y a raíz de su malestar decidió iniciar una campaña para exigir al gobierno de su país que destine más fondos a la investigación de la enfermedad que padece. La úlcera de Buruli se transmite por una bacteria de la misma familia que propaga la lepra y la tuberculosis, de ahí le viene su carácter contagioso, aunque los científicos aún desconocen cómo se contrae la infección, y por tanto, tampoco han podido identificar el modo de prevenirla.

Según datos ofrecidos por la ONU, la cantidad de infestados ha disminuido en el mundo, salvo en Australia, donde hasta el momento los médicos han advertido un incremento de la epidemia en el área del estado de Victoria, donde vive Crofts. Allí las autoridades sanitarias han podido registrar 159 casos, solo en este 2017, una cifra que triplica la de hace tres años.

Ella Crofts ha explicado el progreso de su enfermedad que surgió cuando se encontraba en el pueblo de Tyabb, donde vive. Refiere que todo comenzó en el mes de abril pasado con un dolor en una de sus rodillas, y pronto se convirtió en una herida que lentamente empezó a mostrar agravamiento: se le hinchó y se le inflamó, hasta que de repente un día la piel se rompió. A partir de entonces le tomaron muestras con hisopos pero los análisis de laboratorio no arrojaron resultados relevantes; y además, los antibióticos que le suministraron, los que se suelen recetar para las infecciones comunes, tampoco evitaron que la úlcera avanzara. En conclusión, Ella Crofts no se ha recuperado y lleva seis meses bajo cuidados médicos de calidad, ha sido operada tres veces y toma antibióticos muy fuertes.

El experto en enfermedades infecciosas, Daniel O'Brien, también médico de Ella Crofts, explica que se trata de una infección destructiva y progresiva; la bacteria Mycobacterium ulcerans se introduce en la piel y se abre camino comiéndose a la propia piel y al tejido inferior; y mientras más tiempo transcurra sin medicación, peor se pondrá. Lo que sucede es que la bacteria emite toxinas que destruyen las células de la dermis, los pequeños vasos sanguíneos y la grasa que se encuentra debajo de la piel; y precisamente eso es lo que provoca las úlceras. Los expertos indican que con el paso del tiempo puede provocar deformaciones o discapacidad permanentes. Comúnmente la úlcera de Buruli aparece en las extremidades, pero se ha podido comprobar que también puede aparecer en el rostro y en el torso.

Hasta el momento no se conoce cura ni cómo se transmite, pero los médicos sospechan que se puede adquirir del entorno o del suelo. Sin embargo, también hay teorías de que los mosquitos son portadores de esa bacteria. Debido a la escasez de información sobre la úlcera de Buruli, las autoridades sanitarias no han sabido cómo actuar para combatirla. El Grupo de Trabajo Internacional para la Erradicación de Enfermedades del Centro Carter ha incluido a la úlcera de Buruli en la lista de las enfermedades que son imposibles de eliminar.

El especialista Daniel O'Brien asegura que existe una epidemia que empeora en la costa de Victoria, en Australia. Se ha podido comprobar un incremento en los casos con mayor rapidez, incluso parece que se han duplicado cada año, quizás sea porque se está propagando con más virulencia.