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sábado, 14 de octubre de 2017

Unos huracanes muy espaciales

Por Jacky

Los huracanes espaciales son fenómenos universales que se desarrollan en las capas fronterizas de las eyecciones de masa coronal desde la atmósfera del Sol, en las magnetosferas de Júpiter, Saturno y otros planetas. Una investigación del Centro para la Investigación Espacial y Atmosférica de Florida, Estados Unidos, explica cómo las fluctuaciones del viento solar o plasma provocan modificaciones en los huracanes espaciales, formados por un fenómeno conocido como inestabilidad de Kelvin-Helmholtz (KH), que provocan un cerco sobre la Tierra. De acuerdo con los especialistas, el plasma de esas erupciones solares puede originar cambios en la intensidad de los huracanes espaciales y afectar al escudo magnético y las comunicaciones de la Tierra. Si bien dicho huracanes no llegan a la atmósfera terrestre, pueden ser una amenaza crucial para la vida humana.

Como si no fuera suficiente con los huracanes que azotan al mundo anualmente, los científicos se refieren a otro fenómeno llamado huracán espacial. Sin embargo, estos no están relacionados con los fuertes vientos y abundantes lluvias, sino que se refieren la onda de KH, una de las principales formas en las que el viento solar transporta energía, masa e impulso hacia la magnetosfera. Las variaciones en el viento solar afectan la rapidez con que crecen las ondas de KH y su tamaño.

Los huracanes espaciales son fenómenos universales que se desarrollan en las capas fronterizas de las eyecciones de masa coronal desde la atmósfera del Sol, en las magnetosferas de Júpiter, Saturno y otros planetas.

Una investigación del Centro para la Investigación Espacial y Atmosférica de Florida, Estados Unidos explica cómo las fluctuaciones del viento solar o plasma provocan modificaciones en los huracanes espaciales, formados por un fenómeno conocido como inestabilidad de Kelvin-Helmholtz (KH), que provocan un cerco sobre la Tierra.

Según Katariina Nykyri, físico espacial en Embry-Riddle Aeronautical University en Daytona Beach, Florida y autor principal de un nuevo estudio relacionado con ese fenómeno, mientras que el plasma del sol (viento solar) barre a través del límite magnético de la Tierra, puede llegar a provocar grandes vórtices de cerca de 10 mil a 40 mil kilómetros en tamaño a lo largo de la capa límite. El estudio brinda la primera descripción del mecanismo mediante el que las fluctuaciones del viento solar pueden cambiar las propiedades de los huracanes espaciales.

De acuerdo con los especialistas, el plasma de esas erupciones solares puede originar cambios en la intensidad de los huracanes espaciales y afectar al escudo magnético y las comunicaciones de la Tierra. Si bien dicho huracanes no llegan a la atmósfera terrestre, pueden ser una amenaza crucial para la vida humana.

Según dijo Katariina Nykyri, aunque permanecen a más de 500 mil kilómetros de la superficie terrestre, las ondas KH pueden producir fluctuaciones de ultrafecuencia en las líneas del campo magnético de la Tierra e interactuar con las partículas del cinturón de radiación. Dicha interacción puede perturbar infraestructuras fundamentales para la humanidad, como los satélites de comunicaciones y las misiones espaciales.

El especialista explicó que el peligro viene dado porque esos huracanes son una de las principales formas en que el viento solar transporta energía, masa e impulso hacia la magnetosfera terrestre, por lo que afectan a la rapidez con que crecen las ondas KH y su tamaño. Específicamente, la inestabilidad provocada por el plasma que rebota en el campo magnético terrestre puede crear bandas de energía térmica a unos 67mil kilómetros de nuestro planeta.

En opinión del especialista, una mayor visión de cómo las condiciones del viento solar afectan a los huracanes del espacio, permitirá proporcionar, en un futuro, un mejor pronóstico del tiempo espacial, así como establecer el escenario para una navegación más segura por satélite mediante los cinturones de radiación. Esto es debido a que el viento solar puede excitar las ondas de frecuencia ultrabaja (ULF) pues activa la inestabilidad de KH, lo que a su vez puede activar las partículas de los cinturones de radiación.

Nykyri manifestó que las ondas de KH pueden alterar la dirección y las propiedades de las Eyecciones Coronales de Masa, que afectan eventualmente el tiempo del espacio cercano a la Tierra. En ese sentido, para lograr una predicción precisa del tiempo espacial, es necesario comprender en detalle los mecanismos que afectan el crecimiento y las propiedades de los huracanes espaciales.

Las ondas de KH desempeñan un papel en el transporte de energía y masa, y proporcionan una importante forma de calentamiento del plasma en millones de grados Fahrenheit, lo que puede ser relevante para el calentamiento solar coronal. También pueden emplearse para la generación de barreras de transporte en plasmas de fusión.

Las simulaciones realizadas para la investigación midieron, durante 7 años en el borde de la magnetosfera, la amplitud y velocidad de las fluctuaciones del viento solar, según lo capturado por la nave espacial THEMIS de la NASA.