5 meses a la deriva en el Pacífico
Podemos decir, definitivamente, que hoy en día, las habilidades de supervivencia de la humanidad han aumentado con el enfentamiento a muchas especies de fenómenos climatológicos, además del desarrollo tecnológico que nos permite hacer frente a muchísimas situaciones que pudieran representar peligro de vida o muerte en cualquier momento. Elementos tan factibles y habituales como un teléfono móvil, un purificador de agua o quizás simplemente una linterna, podrían ser los encargados de salvarnos de varios accidentes que se dan en situaciones que hasta el momento, habían sido usuales en nuestra vida.
Un ejemplo de ello es el caso de las dos mujeres estadounidenses y sus dos perros, quienes fueron rescatadas por la Marina de Estados Unidos, tras pasar casi cinco meses a la deriva en el Océano Pacífico, según indicaron las autoridades de ese país. Las jóvenes, Jennifer Appel y Tasha Fuiaba, ambas oriundas de Honolulú, habían salido como en miles de ocasiones anteriores, en su pequeño velero, de Hawai con la intención de llegar a Tahití, viaje que ellas mismas dicen que habían realizado multitud de veces sin problema alguno, de hecho, nunca antes se habían enfrentado a ninguna situación extrema en el mar.
Pero por las malas condiciones climáticas que imperaban justamente ese día en la aguas del Pacífico, el motor de la embarcación se dañó y las chicas no lograron repararlo debido al azote del viento y la lluvia, por lo que quedaron a la deriva esperando tocar tierra en algún momento.
Por tanto, el bote navegó en el mar abierto por unos mil 500 kilómetros al sureste de Japón sin acercarse a las costas. La marina estadounidense llegó al rescate de los triplantes un día después de que el pequeño velero fue visto por un barco pesquero, el cual lo informó con prontitud para que se llevara a cabo un rescate.
Las dos mujeres, quienes se había emarcado en su usual expedición en mayo pasado, y pensaron inicialmente que podrían llegar a tierra a punta de vientos y el impulso de sus velas, según explica en un comunicado la Séptima Flota de la Marina. Pero después de dos meses de viaje, tiempo que habían estimado en que llegarían a Tahití, empezaron a mandar señales de socorro, pues no habían podido tocar tierra.
La Marina indicó que las dos mujeres expresaron que se mantuvieron mandando señales pidiendo ayuda diariamente, pero no eran captadas porque no se encontraban lo suficientemente cerca de otras embarcaciones o de las estaciones costeras. De ahí el tiempo que demoró la guardia costera en acudir al rescate.
Pero para el mes de octubre, un barco de pesca taiwanés se dio cuenta de la presencia del pequeño bote en el océano y por ello contactó a las autoridades en el territorio estadounidense de Guam. La embarcación de la marina USS Ashland, que ppor fortuna se encontraba cerca del área, llegó al siguiente día para rescatar a los dos navegantes y sus perros, que había logrado sobrevivir a la deriva en las aguas del Pacífico casi cinco meses.
Appel agradeció en multitud ocasiones y expresó que los tripulantes de USS Ashland salvaron su vida y la de sus compañeros de embarcación. Manifestó igualmente que el orgullo y las sonrisas que tenían cuando los vieron aparecer en el horizonte fue puro alivio, pues ya casi había perdido las esperanzas de rescate y les quedaban pocas provisiones.
Los cuatro miembros de la tripulación, tanto las mujeres como ambos canes pudieron sobrevivir gracias a un purificador de agua que tenían en el velero y a los alimentos secos como avena y pasta que tenían almacenados para, supuestamente, un viaje de solamente dos meses.
