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sábado, 11 de noviembre de 2017

A los pies de una nueva física

Por Jank

Un grupo de investigadores espaciales, mediante la utilización del Telescopio Espacial Hubble, de la NASA / ESA (National Aeronautics and Space Administration / European Space Agency; Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio / Agencia Espacial Europea, traducido al español), ha dado a conocer recientemente un descubrimiento suyo, que pone de manifiesto que las galaxias que más brillan dentro de los cúmulos de galaxias, se tambalean en relación con el centro de masa del cúmulo, lo cual contradice las predicciones hechas por el modelo estándar actual de materia oscura y, probablemente, ponga a la humanidad a los pies de una nueva física.

Según un artículo publicado por la revista digital Muy Interesante, y que ha sido compartido por diversos medios de prensa de todo el mundo, la materia oscura compone aproximadamente el 27 por ciento de toda la materia y la energía contenida en el universo, pero no puede ser observada de manera directa, lo cual lo instituye como uno de los más grandes misterios de la astronomía moderna. También explica el texto que los halos impalpables de esa escurridiza materia oscura recluyen a las galaxias y a los cúmulos de galaxias por igual; y que los cúmulos son congregaciones masivas de hasta mil galaxias, sumergidas en gas intergaláctico ardiente, cuyos clusters tienen núcleos extremadamente densos, cada uno con una galaxia masiva conocida como “la galaxia más brillante”. Por otra parte, los modelos de materia oscura con que se cuentan actualmente, auguran que las acumulaciones de galaxias tienen núcleos muy densos, y que esos núcleos poseen una galaxia masiva, la cual nunca se mueve desde el centro del cúmulo, sino que se mantiene estática en su lugar, por la gran influencia gravitatoria de la materia oscura.

Así que el equipo científico, conformado por especialistas de Suiza, Francia y Gran Bretaña, al analizar diez cúmulos de galaxias que pudieron observar mediante el Hubble, ha dado al traste con que estas galaxias no se hallaban en una posición fija en el centro (lo contrario del resultado esperado), y que su densidad es mucho menor de lo previsto, por lo que la galaxia del centro, ciertamente, se mueve. Estas observaciones, fueron comparadas por los científicos con las predicciones de la serie BAHAMAS de simulaciones hidrodinámicas cosmológicas. Al hacerlo, acertaron en que no coincidían, puesto que el Modelo Estándar de la materia oscura establecía que dicho tambaleo no puede existir, dado que la gran densidad de la materia oscura lo mantiene sólidamente unido al centro del cúmulo de galaxias. Es este desajuste el que apunta hacia la existencia de una física por el momento desconocida. Estos cúmulos de galaxias operan igualmente como enormes lentes gravitacionales, que deforman el espacio-tiempo lo suficiente como para que se distorsione la luz que pasa a través de ellos. De ahí que puedan ser utilizadas para confeccionar un mapa de la materia oscura, determinar dónde se encuentra el centro, y observar posteriormente cómo la galaxia más brillante se tambalea u oscila alrededor de este centro. “Descubrimos que se desbordan en la parte inferior de los halos, lo cual expresa que, en vez de una región densa en el centro del cúmulo de galaxias, existe una densidad central mucho más somera, una señal sorprendente de maneras exóticas de materia oscura justo en el corazón de los cúmulos de galaxias”, manifiesta al respecto David Harvey, coautor del trabajo. Explica también que dicho tambaleo da a conocer que estas galaxias no pueden coincidir exactamente con el halo del cúmulo, lo cual quiere decir que ciertos modelos de cúmulos de galaxias también deben modificarse. Por el momento, el equipo de investigadores espaciales pretende extender su investigación, con estudios más amplios de cúmulos de galaxias, y esperan que esto les permita corroborar sus descubrimientos. “Estamos esperando con gran exaltación la aplicación de encuestas mucho más amplias, como la encuesta Euclid, que permitan acrecentar el conjunto de datos que tenemos, explica, en ese sentido, Frederic Courbin, coautor del estudio. Después de esto–dice–, podremos determinar si el tambaleo de estas galaxias es el resultado de un novedoso fenómeno astrofísico, o de una nueva física fundamental. Cualquiera de las dos, sería extremadamente emocionante, expresa también el otro autor del texto, publicado por la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.