A México y Canadá no les gustan las propuestas de Trump
Cada vez se está haciendo más real la posible desaparición del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Las renegociaciones entre los países miembros de este pacto: México, Canadá y Estados Unidos, siguen llevando a un callejón sin salida, donde no se percibe un solución, un consenso, sino más bien sobresalen las imposiciones por parte de Washington que las otras naciones vecinas no quieren aceptar bajo ningún concepto, ya que perjudican en gran medida sus intereses económicos y comerciales.
Las negativas de México y Canadá se ubican fundamentalmente en el campo de la industria automotriz, la más desarrollada en el marco del tratado de libre comercio de Norteamérica, y donde la Administración Trump no ceja en su exigencia de que el 85% de los componentes que formen parte de los vehículos hayan sido producidos en alguno de los tres países y que al menos el 50% procedan de Estados Unidos. Según los expertos, estas cifras son inviables debido a que dañarían gravemente esta industria. Fuentes participantes en la última ronda de negociaciones, que se está realizando en la Ciudad de México hasta etse martes, se preguntan de dónde Estados Unidos sacó estos números y no otros.
De los tres miembros del TLCAN, México sería el más perjudicado de aceptarse la imposición estadounidense, pues es el territorio que más depende de la industria fabricante de automóviles. De ahí que la nación azteca defienda su negativa de aceptar la propuesta de Estados Unidos, y para su suerte también tiene como aliado a Canadá, que tampoco está en disposición de asumir las exigencias de la Casa Blanca. De hecho, el gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha respaldado la propuesta mexicana de realizar revisiones quinquenales del tratado, para evaluar sus ventajas y debilidades. En caso de que Washington decidiera abandonar la idea de reducir el tratado a cenizas, y aceptara estos diálogos cada cinco años con sus contrapartes para solucionar las diferenciar en el marco del TLCAN, renacería la esperanza de que uno de los mayores acuerdos comerciales del mundo siga con vida.
Sin embargo, este no parece ser el rumbo seguido por Estados Unidos, que todavía no ha otorgado oficialmente una respuesta a la alternativa propuesta por México, y las conversaciones se siguen dando sin importantes avances. Además, otra clara mala señal en esta quinta ronda de negociaciones es la escasa presencia de funcionarios de alto nivel, entre ellos los máximos responsables de las conversaciones: Robert Lighthizer (EUA), Ildefonso Guajardo (México) y Chrystia Freeland (Canadá).
Es así como no ha estado presente en este contexto, la tan necesaria interlocución política para destrabar las negociaciones, que han quedado en manos de los técnicos. Los desacuerdos aún siguen siendo mayores en número que los acuerdos, pero las delegaciones mexicana y canadiense siguen intentando facilitar los diálogos en pos del consenso, para que le resulte más difícil a Estados Unidos abandonar el pacto comercial. Marzo de 2018 es la nueva fecha establecida para lograr un nuevo tratado. Veremos si para ese entonces el TLCAN llega con las suficientes fuerzas para seguir sobreviviendo a este golpe que le está asestando, de a poco, la Administración Trump.
