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lunes, 27 de noviembre de 2017

A Ratko Mladic le ha llegado su hora

Por Ninon Campdesuner

El exmilitar serbiobosnio Ratko Mladic finalmente fue condenado a cadena perpetua por genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad. El fallo estuvo a cargo del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. El caso de Mladic es el último juicio de esa corte, creada en 1993 para perseguir a los responsables de los crímenes durante la Guerra de los Balcanes.

La sentencia dice que el excombatiente compartía la intención y el objetivo criminal de exterminar a los musulmanes durante la guerra en Bosnia (1992-1995). Mladic fue declarado culpable de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad, incluidos los de persecución, asesinato, exterminio y deportación, cometidos durante la guerra. En la lectura del veredicto, afirmó el juez Alphons Orie que los crímenes cometidos se encuentran entre los más atroces conocidos por la humanidad.

Ratko Mladic ordenó la matanza de cerca de 8 mil hombres y niños musulmanes en Srebrenica, en el este de Bosnia-Herzegovina, en julio de 1995. También se le declaró culpable de crímenes de guerra y contra la humanidad por el sitio de Sarajevo, durante el cual murieron más de 11 mil civiles.

Aunque Mladic entró en una “crisis cardiaca” a la hora del veredicto y trató de convencer a los jueces que se terminara la sentencia en otro momento, no dio resultado su teatro y el juez hizo su fallo en ese momento. No merecía ese personaje contemplación alguna después de conocerse y comprobarse todos sus crímenes. El exmilitar es conocido por sus víctimas como el carnicero de los Balcanes. Éste fue acusado formalmente por el mismo tribunal que lo sentenció, en julio de 1995, inmediatamente después del genocidio de Srebrenica.

Con este fallo, ese tribunal concluyó su trabajo de investigación sobre los crímenes cometidos durante la Guerra de los Balcanes. El ente judicial presentó en 24 años acusación contra 161 personas, desde soldados de bajo rango, hasta importantes cargos tanto del Gobierno, como del Ejército y la Policía de la antigua Yugoslavia. Los magistrados escucharon durante dos décadas a casi 5 mil testigos y celebraron unas 11 mil sesiones para procesar a múltiples acusados de genocidio, crímenes de lesa humanidad, violaciones de las leyes y usos de la guerra y la violencia como armas.

Esta fue una victoria trascendental de la justicia, y así lo confirmó el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein. Ciertamente es una batalla ganada, era hora de hacer justicia en nombre de todas las víctimas de aquella masacre. Conflictos como los de la antigua Yugoslavia son los que no deberían pasar jamás, no debería ser permisible que más de 100 mil personas murieran ni millones perdieran sus hogares por guerras u otros conflictos que existen en este nuestro mundo.