Alemania, enfrascada en evitar elecciones
Alemania vive lo que probablemente sea la peor crisis política de su historia moderna. Luego de los marcados esfuerzos y el consiguiente fracaso de Angela Merkel por forjar una coalición tripartita con el Partido Democrático Libre (FDP) y con Los Verdes; ha aumentado el temor en Europa por la fragilidad de la más importante de las economías europeas.
Bajo estos presupuestos, un importante aliado de la canciller, Volker Kauder, líder del grupo parlamentario conservador de Merkel en la Cámara Baja del Parlamento, ha dicho recientemente que los socialdemócratas (SPD) deberían reconsiderar su oposición a unirse a una nueva “gran coalición” en Alemania con los conservadores de Merkel, pues Europa necesita un gobierno estable en Berlín. De hecho, la coyuntura no sería novedosa, el SPD ha gobernado en coalición con la mandataria desde el año 2013; cambió de parecer mostrándose opositor a partir de la derrota en las elecciones del 24 de septiembre.
Ante la propuesta del presidente francés Enmanuel Macron de realizar reformas fiscales que fortalezcan la zona del euro, Kauder destacó que “Europa está esperando una Alemania capaz de actuar para que finalmente pueda responder a las preguntas planteadas por Macron. El país económicamente más fuerte de Europa no puede mostrarse como un enano político”. Ratificó así su deseo de que los socios de coalición alemanes volvieran a unir fuerzas.
Como parte del esfuerzo por lograr la coalición, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, excanciller del SPD, tiene programada una reunión con Schulz para abordar la problemática. Por su parte, la propia Merkel ha planteado que preferiría trabajar con el SPD. En caso de que fracase se ha mostrado a favor de la realización de nuevas elecciones en lugar de un gobierno minoritario inestable.
Desde que se eligió y constituyó el nuevo Parlamento, el mandato de Merkel se considera provisional. No obstante, la Constitución le ofrece los mismos derechos y obligaciones que un gobierno elegido. Apenas algunas limitantes tiene el ahora gobierno provisional. Entre ellas, no debe tomar decisiones trascendentales como el fin del servicio militar obligatorio, la eliminación gradual de la energía nuclear o leyes importantes sobre la inmigración. De esta manera, Merkel se vería obligada a negociar la aprobación parlamentaria de leyes de caso en caso.
