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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Bolivia y Chile, la disputa por el mar

Por Mgo87

Mientras Bolivia sigue su lucha por lograr tener una salida al mar, Chile está empecinado en no perder una parte de su territorio y, por ende, no ceder ante la reclamación marítima boliviana. Cada vez que alguno de los altos cargos de los respectivos gobiernos coincide en algún foro internacional o evento, deja en claro su postura respecto a este tema que el gobierno del presidente Evo Morales presentó en 2013 como una demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para lograr un gallo que obligue a los chilenos a negociar sobre el acceso soberano al Pacífico.

Las más recientes noticias sobre este conflicto, el cual evidencia las fracturas políticas y geográficas aún existentes en territorio latinoamericano, tienen que ver con las declaraciones del mandatario boliviano, quién durante un acto en la ciudad de Cochabamba, al centro del país, acusó a Chile de intentar “torcer la historia” sobre la centenaria reclamación marítima boliviana. Morales recordó que el 14 de febrero de 1879 empezó la invasión chilena a Bolivia. "Ahora los chilenos cada 14 de febrero festejan, implícitamente reconocen que el puerto de Antofagasta era de los bolivianos, porque antes no había ninguna fiesta”, dijo el mandatario.

Los acontecimientos a los que hace referencia Evo Morales corresponden a la Guerra del Pacífico, dónde Bolivia perdió ante tropas del país vecino alrededor de 400 kilómetros de costa y 120,000 kilómetros cuadrados de territorio. Sin embargo, Chile alega en su defensa que en un tratado firmado en 1904, ambas naciones resolvieron los asuntos fronterizos pendientes, por lo cual ya no queda nada que discutir al respecto. Fue entonces cuando el gobierno de Morales decidió llevar el asunto a la Haya, poniendo como principal argumento la “política de dilación” de las autoridades chilenas, que no han realizado ningún esfuerzo en solucionar el problema a través del diálogo.

Morales también denunció la alianza de los gobiernos chilenos con Estados Unidos, y llegó a decir que a Chile no le gusta que en Bolivia haya prosperidad económica. Hizo alusión también a que, por ejemplo, el 70% del contrabando que entra a Bolivia, lo hace por territorio chileno, y cuestionó que la nación austral no pueda frenar esa actividad ilegal cuando cuentan con gendarmes y militares concentrados en la frontera boliviana. Es “una nueva forma de agresión económica de los gobiernos chilenos”, agregó Morales. Y dejo nuevamente en claro el nivel de las relaciones entre ambos gobiernos, estiradas y agrias, hasta que no se resuelva el asunto de la salida al mar que tanto desea Bolivia.