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viernes, 17 de noviembre de 2017

Cataluña y el desatino político

Por LauraB

¿En qué quedó la crisis en Cataluña? Tras meses de ires y venires, de violencia, de imposiciones e incluso de arrestos, más nada se ha hablado de la crisis institucional más grande de la historia de España. La situación tras la semi declaración de independencia de esa región autónoma de la nación ibérica quedó en un impasse. Creo que hasta mucho más peligroso que el hecho de enfrentar lo establecido por el gobierno conservador de Mariano Rajoy con sede en Madrid. Sin dudas el carcelamiento de los independentistas catalanes Jordi Cuixart y Jordi Sánchez le subió la parada a la confrontación.

Eso ni hablar de la escapada del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a Bélgica cuando la cosa estaba más caliente en Cataluña. Pero bueno, volviendo a los encarcelados, estos fueron calificados como presos políticos, una situación que no se veía en la nación europea desde los tiempos del dictador Francisco Franco. Los principales sindicatos convocaron a más manifestaciones y a un paro en Cataluña en protesta contra la medida.

Los dos dirigentes -nombrados igual- fueron acusados de sedición por haber convocado y dirigido las protestas contra los registros de la policía cuando esta buscaba pruebas del referendo independentista del pasado 1 de octubre. Antes de ser encarcelado Sánchez dijo que era una decisión sin ningún tipo de fundamento jurídico.

Todo ello pasó mientras Puigdemont declaraba la indepedencia pero no la ponía en práctica. Por ello Rajoy le instó a que aclarara la situación para si no aplicar el polémico artículo 155 de la Carta Magna española que autoriza y respalda la intervención en una región autónoma. Ni la mediación internacional aplacó los ánimos de ninguno de los bandos implicados.

El jefe de la Generalitat dijo que estaba buscando tiempo y que por eso no había activado como tal la independencia. De lo que sí no le quedó duda fue de salir echando hacia Bélgica dejando el panorama caliente. Por suerte la situación se ha enfriado un poco. Quizás la salida de Puigdemont de España fue la mejor solución, al menos por el momento.

No obstante, queda clarísimo que es la primea vez que el sueño independentista llega tan lejos. Mientras Cataluña siga con su posicionada industria exportadora y turística, que la ubica como la región más rica de España junto a Madrid y aporta el 19 por ciento del Producto Interno Bruto español, seguirá reclamando la separación de las autoridades del gobierno de Madrid.