Chile, a los pies de Piñera
Los chilenos están a punto de volver a colocar en el Palacio de la Moneda al ex presidente Sebastián Piñera. Cuando solo faltan tres semanas para las elecciones generales en ese país sudamericano Piñera (2010-2014) lidera las encuestas. Estos comicios lo definirán los indecisos que pueden cambiar en último momento lo dictado por las encuestadoras. También habrá que esperar para ver si hace alianzas con las diferentes organizaciones políticas de centro e izquierda. Para la actual correlación de fuerza políticas en América Latina y el Caribe esto significa una vuelta peligrosa de una figura que representa lo más recalcitrante de la derecha chilena.
Es más que probable que la derecha se instale de nuevo en La Moneda. Esto sucede por la ineficacia de los candidatos de izquierda de reconstruir un discurso mucho más apegado a las necesidades reales de los votantes y de sus partidarios. Igual en estos países nadie es de izquierda pura ni mucho menos siempre hay matices. Tal es el caso de la Concertación que llevó a Michelle Bachelet a dos periodos presidenciales. La Concertación agrupa a partidos políticos de izquierda y centro izquierda y salió como resultado del triunfo por la opción del No en el plebiscito convocado en 1988 por el dictador Augusto Pinochet. Como resultado acabó con el régimen pinochetista en Chile y dio paso a elecciones nuevas para presidente y para el Congreso.
El eventual regreso de Pinochet deja a la izquierda chilena muy mal parada. Muchos se preguntan por qué no ha sido capaz de mantenerse por más tiempo dentro de la preferencia del electorado. Variadas son las causas. Considero que la más visible de ellas es la llamada naturalización del capitalismo, donde no se puede desterrar de un día para otro el modo de vida capitalista o el de una sociedad consumista con políticas socialistas. Es como dijo el Che: no se puede construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo. Igual los conceptos de capitalismo y socialismo han variado desde sus concepciones iniciales, mas ese es otro tipo de debate.
Volviendo a Chile, de ganar Piñera no lo tiene tan fácil. Tiene que ganarse la simpatía de la Democracia Cristiana que tiene más en común con él que con la propia izquierda.
Engatusar a los pocos pero poderosos ultraconservadores o edificar una mayoría tipo lo que hizo la Concertación tras la vuelta a la democracia son las únicas dos opciones que tiene ante sí Sebastián Piñera de repetir en el cargo de presidente de Chile.
