China quiere estrechar vínculos con Myanmar
China quiere vínculos más estrechos con el ejército de Myanmar, según dicen, para “ayudar a proteger la paz y la seguridad regionales”. Por lo menos eso es lo que se interpreta a partir de las declaraciones de un alto general chino al jefe visitante del ejército del país del sudeste asiático. Ambas naciones han mantenido estrechos lazos diplomáticos y económicos durante años, y China ha ofrecido su apoyo a su vecino del sur, también conocido como Birmania, durante una crisis reciente que ha encendido las alarmas de la comunidad internacional, por el trato dado a su minoría musulmana Rohingya.
Más de 600 000 rohingya han huido del estado de Rakhine de mayoría budista en Myanmar, la mayoría a la vecina Bangladesh, desde una represión militar de Myanmar en respuesta a los ataques a las fuerzas de seguridad por los insurgentes rohingya en agosto. El miércoles, Estados Unidos llamó por primera vez a la operación militar de Myanmar contra la "limpieza étnica" rohingya y amenazó con sanciones selectivas contra los responsables de "horrendas atrocidades".
En una reunión en Beijing, Li Zuocheng, miembro de la Comisión Militar Central de China que dirige sus fuerzas armadas, dijo al general Min Aung Hlaing que el desarrollo y la prosperidad de China son una oportunidad importante para el desarrollo de Myanmar. China quiere mayores contactos entre las dos fuerzas armadas y una capacitación más profunda e intercambios técnicos, y para promover la cooperación en defensa de fronteras para garantizar la paz y la estabilidad a lo largo de su frontera común, añadió Li.
China ha mostrado su descontento por los combates entre los militares de Myanmar y los rebeldes pertenecientes a minorías étnicas que buscan autonomía cerca de la frontera con China en los últimos años, lo que a veces ha obligado a miles de aldeanos a huir a China. El ministerio chino no mencionó directamente el tema Rohingya en la declaración.
China estableció lazos estrechos con los generales de Myanmar durante años de gobierno militar, cuando los países occidentales impusieron sanciones a Myanmar por su supresión del movimiento democrático. Estados Unidos y otros países occidentales intensificaron su compromiso con Myanmar desde que el ejército comenzó a entregar el poder a civiles en 2011, y especialmente desde que la ex líder de la democracia Aung San Suu Kyi ganó las elecciones de 2015. Pero una protesta internacional sobre las violaciones de Myanmar de los derechos de los rohingya ha provocado preguntas en los países occidentales sobre ese compromiso.
El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional ha pedido un embargo de armas general contra Myanmar, así como sanciones financieras específicas contra altos funcionarios militares.
