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lunes, 27 de noviembre de 2017

China, sin tregua ni cuartel para la contaminación

Por ElizabethF.

China no descansa y continúa con su batalla campal por mejorar las condiciones medioambientales, uno de los temas más preocupantes para el país y el continente asiático en general, al destinar este año 2017 una gran suma de alrededor de unos 7.500 millones de dólares para apoyar e impulsar los trabajos de protección ambiental.

El gigante asiático se encuentra ahora frente a la difícil tarea de continuar el camino de su desarrollo apabullante o lograr el sueño de tener “cielos azules, montañas verdes y aguas cristalinas”, por lo que dedica importantes esfuerzos controlar la contaminación de su entorno. Esa inversión representa otro de los pasos que da el ejecutivo de Beijing para enfrentar la polución del aire, que se incrementa considerablemente en los venideros meses de invierno, y que genera bastante preocupación entre sus ciudadanos.

Este nuevo monto se suma a la guerra sin tregua contra la contaminación del aire que lleva adelante el gigante asiático, consciente de que el cuidado del medioambiente constituye una pieza clave para su alcanzar su máximo desarrollo. Así las cosas, han desplegado una serie de estrategias que van desde el aumento de las inversiones, la promoción de las energías limpias, el incremento de la supervisión y la responsabilidad compartida.

La segunda economía mundial también aspira a diversificar sus principales motores de crecimiento para alcanzar un crecimiento y desarrollo y por ello ha potenciado experiencias basadas en energías renovables y la agricultura sostenible. En ese sentido, la modernización de la industria agrícola ha significado, en lugar de un perjuicio, una mejora para el medio ambiente. Con nuevas técnicas y regulaciones se trabaja para evitar la degradación de los suelos y garantizar que los productos reúnan los estándares orgánicos, se está reduciendo el uso de fertilizantes y pesticidas, así como ponderando una ganadería sostenible que proteja las praderas del pastoreo excesivo.

Para el año 2020, China también contará con un sistema que garantice la calidad de los datos ambientales y los mecanismos de gestión.

Paralelo a ello hay que destacar que esa nación del lejano oriente es una de las mayores inversoras en energías limpias y tomó el liderazgo en la materia haciéndose cargo, paso a paso, de la contaminación en las grandes ciudades, un cambio que ha servido como motor de desarrollo social y crecimiento económico.