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domingo, 26 de noviembre de 2017

Comer poco, la clave para un pelo y una vida más larga

Por Diana Santos

Mantener una dieta saludable, libre de calorías, en dosis racionales, no solo permite adelgazar, lucir bien y expandir la esperanza de vida, sino que también favorece que el cabello crezca abundante y rápido. No son principios aplicables aún a las personas, pero como cuando el río suena piedras trae, la ciencia alerta nuestra especie.

No se trata de la clásica retórica anti grasa, puntualmente un grupo de investigadores del Instituto de Química de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, demostró la incidencia de la dieta en la longitud del cabello y el alargamiento de la vida a partir de estudios a animales.

Los investigadores experimentaron durante un período de 6 meses en roedores. El primer grupo de ratones se alimentó sin límites; en tanto a un segundo grupo se le restringió el consumo calórico de forma considerable. Como era de suponer, los ratones que comieron sin límites de cantidad y horario, se convirtieron en ratones obesos. En tanto, a aquellos a los que les restringieron el 60% de las calorías en su dieta, perdieron alrededor de la mitad de su masa corporal y presentaban una capa de pelo más uniforme, gruesa, y más larga que sus obesos colegas.

Este comportamiento estuvo dado según el equipo de brasileños porque la piel del ratón responde a la restricción calórica aumentando el flujo sanguíneo, estimulando el crecimiento de la piel y alterando el metabolismo celular para aumentar la eficiencia energética. Es por ello que se cree que los animales pueden usar este método para mantenerse calientes y vivos cuando carecen de comida en situaciones límites.

A este resultado Alicia Kowaltowski, líder del estudio, afirmó que “los cambios en la piel fueron bastante evidentes, porque eran visibles después de unos pocos meses, cuando los animales aún no eran viejos”. Así que “los cambios pueden estar relacionados con un aumento en las células madre de la piel, que ayudan a preservar la piel de los efectos del envejecimiento”.

A nivel celular, uno de los efectos secundarios de la dieta fue una expansión de las células madre del folículo piloso, lo que condujo a un aumento del crecimiento del cabello y de las tasas de retención. En comparación con los ratones que habían podido comer abundantemente, los ratones con restricción calórica tenían tres veces más vasos sanguíneos en su piel, para llevar más sangre caliente a la superficie. Además de ello, perdieron menos energía con el paso del tiempo.

¿Serán aplicables estos principios a los seres humanos? Probablemente, aunque solo se haya comprobado en roedores, lo cierto es que vuelven a dispararse las alarmas en lo relacionado a la obesidad y la higiene alimentaria; más vale precaver que tener que lamentar.