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sábado, 4 de noviembre de 2017

Con 1, 32 millones de euros, “compras” la felicidad

Por ElizabethF.

Al menos el secreto de cómo ser felices, que legara a la humanidad el destacado científico alemán, Albert Einstein, te puede costar 1, 32 millones de euros. Justamente esa cifra, equivalente a 1, 56 millones de dólares, fue lo que pagó en una subasta en Jerusalén, el comprador de los manuscritos de las dos notas que dejara el renombrado físico, y donde este grabara el mensaje de la felicidad.

Según la casa de subastas Winner, el precio de las dos notas, que datan del año 1922, se multiplicó por 200 teniendo en cuenta que las estimaciones de su venta oscilaban apenas entre los 5000 y 8000 dólares (entre unos 4000 y 7000 euros).

De acuerdo con el comprador de los escritos, quien reside en la ciudad alemana de Hamburgo y que pidió permanecer en el anonimato, cuando Einstein (1879, Alemania - 1955, Estados Unidos) le hizo entrega de las notas a un mensajero, al parecer como especie de propina, le auguró que un día esos papeles quizá acabarían siendo más valiosos que el cambio que en ese momento no tuvo para darle.

Fue justamente durante una gira por Japón del famoso físico alemán, durante el año 1922, en la cual ofrecía conferencias en el país asiático, que ocurrió el insólito hecho. Para entonces ya Einsten conocía que el Premio Nobel de Física le sería otorgado y su fama traspasaba las barreras de los círculos científicos y se extendía más allá.

Fue entonces que un mensajero japonés llegó buscando al científico hasta el Imperial Hotel de Tokio. Le traía un mensaje. No se sabe a ciencia cierta si fue el joven quien se negó a aceptar unas monedas de propina, tal como dictan las costumbres locales, o bien Albert Einstein no tenía cambio que ofrecerle.

Sea como fuere, el científico no se permitió que el mensajero se marchara con las manos vacías, así que papel y pluma en mano le escribió dos notas a mano en idioma alemán, de acuerdo con quien ahora las vende, familiar del joven mensajero.

Quien sabe y tienes suerte y estas notas terminen siendo mucho más valiosas que lo que es una simple propina, se dice que le dijo el científico al joven. Este último, en su mano sostenía una nota, escrita en un folio común con el membrete del Hotel donde se encontraba, y en ella puede leerse la afirmación de que una vida tranquila y sencilla, nos provee de más alegría que aquella vida en que la búsqueda del éxito es un desasosiego constante.

La segunda nota, escrita en una hoja de papel, tiene grabadas las siguientes palabras: donde hay un deseo, existe un camino.

Si las notas en sí misma eran una reflexión de Einstein sobre su propia vida y fama, es algo que tanto tiempo después resulta imposible de saberse, expresó el archivista que tiene a su cargo la mayor colección del científico del mundo, en la Universidad Hebrea de Jerusalén, Roni Grosz.

Y si bien estos documentos carecen de valor científico y eran hasta el momento desconocidos por los expertos e investigadores de la vida del físico, bien podrían aportar algo de claridad sobre los pensamientos íntimos de ese genio de la humanidad que fue Einstein.

Ambas notas se subastaron en la casa de subastas Winner de Jerusalén, además junto con otros artículos, entre los cuales se incluyen dos cartas que Albert Einstein escribiera años después de este suceso. No debería sorprendernos. De personas geniales, pues ya Einsten demostró que vienen también consejos geniales.