Contraste de goles en Wembley y Colonia
Cuatro de las selecciones que presentan grandes aspiraciones de coronarse en la venidera cita mundial de Rusia 2018, se enfrentaron este martes en sendos partidos amistosos. Alemania, monarca defensor, se midió contra Francia, serio aspirante a repetir la gesta triunfal de 1998, mientras Inglaterra, montada en un carrusel de sueños gracias a su nueva generación, chocó con la versión más mágica de Brasil en los últimos años, comandada por Tite. En el primer duelo, los germanos se recuperaron de dos desventajas y lograron un meritorio empate a dos dianas, al tiempo que brasileños e ingleses culminaban con paridad sin dianas en la pizarra, resultado un tanto por debajo de las expectativas de los fanáticos.
En Wembley, Neymar acaparó los focos como habitualmente sucede en cada presentación, y el brasileño dejó algunos lujos, pero a la postre la escuadra sudamericana no pudo vulnerar el cerco de Joe Hart, quien detuvo varios disparos con peligro. El crack del PSG no estuvo a la altura de las expectativas, aunque entre un par de caños y algunos pases filtrados limpió la tarjeta, manchada de inicio por dos disparos a las nubes que mostraron su peor versión, desesperado y sin puntería.
De cualquier forma, la puesta en escena de Brasil fue muy solvente ante el vertiginoso ritmo inglés. La canarinha se movió con soltura, manejó el balón con cuidado y se divirtió en Wembley, donde solo le faltó el gol. De nuevo Marcelo y Dani Alves fueron puntas de lanza desde sus laterales, mientras Gabriel Jesús incordiaba a los defensores con sus carreras de nueve pura sangre. Al margen de las cuestiones ofensivas, Brasil sostuvo su férrea defensa, que solo ha permitido cinco goles desde septiembre del pasado año. El tridente de Vardy, Rashford y Jesse Lingard no era una marea fácil de controlar, pero la última línea verde-amarela supo hacer los deberes.
Para la Inglaterra de Southgate, la puesta en escena, si bien recoge un empate a nada en casa, no debería interpretarse como un fracaso, pues en el partido perdió temprano al cerebro Loftus-Cheekc por una lesión, mientras no tenía en la convocatoria a varias estrellas como Harry Kane, Dele Alli, Sterling y Henderson, cada uno de ellos aquejados de distintas molestias. Los ingleses cuentan con una de las generaciones más prometedoras de su historia, que en el ciclo de Rusia 2018 y Qatar 2022 puede lograr grandes resultados.
En otro orden, en Colonia, Alemania y Francia sí tuvieron la pólvora que faltó en Londres. Los galos anotaron par de dianas gracias al olfato goleador Lacazette, ariete del Arsenal, quien se combinó con las perlas Martial y Mbappé para mostrar solo dos de las mil variantes francesas en su afán de perforar las redes. Sin Griezzmann en la cancha, pero con una línea media de obreros (Rabiot, Tolisso y Matuidi) la tropa de Didier Deschamps volvió a enseñar argumentos para tenerla muy en cuenta de cara a la vertiginosa carrera mundialista.
Arriba, sin noticias de Benzema mientras Deschamps maneje los hilos, se plantaron con una línea de tres en la cual Lacazette quedaba en el centro de Martial y Mbappé, dos centellas muy difíciles de predecir y evadir. La joven perla del Manchester United fue el artífice del primer tanto, con un regate extraordinario en el medio del área, de los que solo los cracks pueden presumir. Su pase al medio ya con el portero encima también fue una genialidad que el ariete del Arsenal aprovechó para abrir la cuenta.
Como buen campeón del mundo, Alemania no iba a entregar su honor tan fácilmente, y al inicio del segundo tiempo se encontraron con el empate gracias a un pase al espacio perfecto de Ozil que encontró rematador preciso en la estrella del Leipzig, Timo Werner. Pretendido por media Europa, el atacante no pierde oportunidad de mostrar sus dotes de delantero compacto y efectivo. En el cachumbambé, Francia volvió a tomar la delantera, en esta ocasión por un envío filtrado de Mbappé que dejó solo a Lacazette ante Kevin Trapp, quien jamás tendrá la misma capacidad de achique que Manuel Neuer.
El atacante del Arsenal fulminó a falta de 20 minutos para fortuna de los franceses, que dispusieron de otras opciones, pero no llegaron a concretar, pecado que, contra los alemanes, se paga muy caro. Ya en el descuento, Ozil volvió a meter un pase al espacio que Gotze, con un sutil toque, prolongó para que Lars Stindl, quien había entrado en el minuto 82 por Emre Can, sentenciara las tablas definitivas.
