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viernes, 3 de noviembre de 2017

De conserje a campeón: una historia de la vida real

Por Mayli

El mundo del béisbol todavía vive la resaca de la victoria de los Astros de Houston en la Serie Mundial de 2017. En medio de tanta celebración y euforia han surgido historias que tocan a todos los amantes del deporte, en especial, a los del béisbol. La del cátcher del equipo ganador es una de las que más titulares ha robado.

Muchas son las historias de los Astros que inundan la web y emocionan a todos luego de conseguir para la franquicia su primera Serie Mundial. Pocos los daban por vencedores en el juego 7, tras caer con su brazo de hierro, Justin Verlander, en el partido 6. El triunfo en el último suspiro, y en casa de los Dodgers parecía una utopía. Pero el equipo de Houston, una mezcla de jóvenes figuras y experimentados, echó por tierra predicciones, estadísticas, cábalas…Ahora todos hablan del pequeño Altuve, gigante como no los hay, de Josh Reddick, quien tuvo que enfrentarse a su antiguo equipo, del propio Verlander, quien ganó un campeonato luego de ser intercambiado a mitad de temporada, de Yulieski Gurriel y su gesto de perdón y respeto hacia Darvish, de Correa y sus batazos, y su pedida de matrimonio.

Pero entre todas, hay una historia que conmueve mucho. La de Evan Gattis, el receptor de los Astros que superó más de un demonio interno hasta llegar a jugar en un equipo de campeonato. Luchó contra el abuso de sustancias y la ansiedad. Pasó tiempo en rehabilitación en lugar de ir a jugar al béisbol universitario después de la escuela secundaria. Tomó un trabajo como asistente de aparcacoches y también como conserje antes de volver a la universidad y entregarse de nuevo al béisbol.

No es peli de Hollywood. Es la vida real. Gattis tuvo varios trabajos provisionales y vivió el calvario de la rehabilitación. En 2010, los Bravos de Atlanta se arriesgaron con un Gattis de 24 años, pero no fue hasta 2013 que jugaría profesionalmente, cuando los Bravos lo llamaron por primera vez. Gattis jugaría dos temporadas con los Bravos antes de ser enviado a los Astros. Jugó al menos 100 juegos de 2013 a 2016, y jugó en 84 en 2017. También jugó en 13 juegos esta postemporada. Bateó 267 en los playoffs, anotó cinco carreras, tuvo dos carreras impulsadas y un jonrón. En la Serie Mundial, se fue de 10-3.

Gattis fue otra parte importante de este equipo de la Serie Mundial, nada mal para alguien que tuvo que esperar para ir a la universidad. Sin dudas, este logro de los Astros, este “entrar en la historia”, marcará a cada uno de los miembros de la franquicia, pero para Gattis será el recuerdo de que la vida, y especialmente el deporte, dan la oportunidad de revancha, la de levantarse. Para él esta Serie Mundial puede serlo todo. El receptor sabe que su tiempo lejos del béisbol ayudó a curarlo. Por eso no ha evitado hablar sobre su pasado. Es apenas un recordatorio de cómo llegó hasta hoy.