El día de la felicidad
Hay días Internacionales para celebrar o recordar nuestra existencia, incluso algunos causan risa, pero la verdad es que hay poco ya que inventar porque cada días hay una conmemoración, y a veces hasta más de una. Hay días dedicados al cáncer de mama, a la lengua española, al atún, a la libertad de prensa, al tabaquismo, de sensibilización sobre el albinismo, de las remesas familiares, del yoga y los asteroides, días para todo. Y hay un Día Internacional de la Felicidad. Incluso la Organización de Naciones Unidas, ONU, publica un listado en el que ordena cronológicamente a los países según su grado de felicidad, de modo que hoy podemos decir, por ejemplo, que Noruega es el país donde se vive más feliz, y República Centroafricana es el más desdichado.
Se trata de una fecha de nueva creación porque fue proclamada por la Asamblea General de la ONU hace tan solo cinco años, en julio de 2012. Y desde el año 2013 el Día Internacional de la Felicidad se celebra cada 20 de marzo, y cuenta con su propio Consejo en las Naciones Unidas, con el objetivo de apoyar a los gobiernos para que implementen mejores prácticas que promuevan la alegría y el bienestar. Es decir, un grupo de personas que nos enseñan cómo ser felices y luego nos dicen cuánto lo somos.
La felicidad es relativa y subjetiva, pero la ONU ha trazado varias líneas que indican el mejor camino para alcanzarla. La educación, la salud, las oportunidades de trabajo, la protección ecológica, y el crecimiento de la economía, es lo más destacado para que en teoría seamos felices; y son factores a tener en cuenta para cada año evaluar los niveles de felicidad que existen en este mundo caótico. En cierto modo, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que fueron acordados en 2015 son para garantizar la felicidad en el mundo.
De acuerdo con el documento publicado en marzo por la Red para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, Noruega es el país más feliz del mundo, y lo secundan Dinamarca, Islandia, Suiza, Finlandia, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Suecia, países que destacan por su alto nivel de desarrollo y su próspera economía. Por tanto, un medidor importante es, sin dudas, nuestro bolsillo, por supuesto también que estemos saludables y tengamos acceso al estudio, y demás. Para poder tener esta calificación la ONU estudia a una muestra de las poblaciones de más de 150 países, y tiene en cuenta el ingreso per cápita, la salud, la expectativa de vida, la libertad, la generosidad, y el apoyo social. El informe del Desarrollo de Soluciones de Redes Sostenible también es un reflejo de en qué medida tenemos confianza en los gobiernos y así como de la fe en nuestras sociedades, y significa que existe poca o nula desigualdad. Es por eso que en los primeros lugares de la lista están los países nórdicos, pues sus gobiernos destacan por ostentar una sólida seguridad social, y tienen un gran sentido de comunidad y de crecer por el bien común.
El dinero no lo es todo, pero indudablemente satisface tener buena solvencia económica, y ayuda a resolver muchos otros aspectos que nos hacen felices. Y esto se demuestra revisando la lista, pues los peores lugares lo ocupan países en situaciones complicadas de pobreza. También se evidencia en el caso de Estados Unidos, que a pesar de estar entre los primeros 20 del ranking y de tener un considerable crecimiento económico, este año descendió por la desigualdad, la desconfianza y la corrupción que está viviendo. Se espera que al año de Donald Trump haber asumido la presidencia de ese país, estos valores se exacerben debido a la inestabilidad que genera su gobierno.
Los países más felices de Latinoamérica según el informe que se publicó en marzo de este año, son Costa Rica, Chile, Brasil y Argentina; Haití y Honduras son de los más críticos. Un caso particular que preocupa mucho es Venezuela, actualmente en el puesto 82. Anterior al informe de este año el país suramericano tenía un mejor puesto. Incluso en la época de Hugo Chávez, Venezuela fue el número 19 de la lista; y el año pasado ya se ubicaba en el 44. Esto quiere decir que es la nación que ha experimentado el mayor cambio en tan poco tiempo.
Llama también la atención que algunos de esos primeros lugares, tanto de Europa como de América, coinciden igualmente con el “top 10” de aquellas naciones que presentan las más altas tasas de suicidios. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en el año 2015 Islandia y Chile ocuparon los puestos 4 y 5 de esa fatídica lista, y también en ella estaban Suiza, Noruega y Dinamarca. Esto quiere decir lo que ya sabemos, el dinero no es lo determinante para ser feliz, aunque sí garantice parte de la felicidad.
