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lunes, 6 de noviembre de 2017

El fósil de un enorme animal volador

Por Yamy

En Mongolia han encontrado restos fósiles que pertenecen a un pterosaurio, semejante a un lagarto enorme, una especie voladora y extinta de los saurópsidos arcosaurios, animales prehistóricos que existieron durante casi toda la Era Mesozoica. El hallado fue tan alto como lo son las jirafas actuales, y lo curioso es que tenía las alas abiertas, y según los arqueólogos era similar a un avión pequeño.

Los pterosaurio no eran dinosaurios, pero sí se alimentaban de ellos. Fueron los primeros vertebrados que conquistaron el aire, y los especialistas afirman que sus alas estaban formadas por una compleja membrana que estaba sostenida por el cuarto dedo de la mano, que tenía hipertrofiado. Aunque volaba, su cuerpo estaba cubierto de pelo, preservado en fósiles de al menos tres especies distintas. Fuentes de información refieren que los fósiles de los pterosaurios son muy comunes y se han podido hallar centenares de especímenes en casi todo el planeta, en África, Asia, Australia, Europa, y América.

Un grupo internacional de científicos pudo encontrar en el desierto de Gobi, en Mongolia, restos fósiles de un enorme ejemplar de pterosaurio de la familia Azhdarchidae, posiblemente se trate de uno de los dinosaurios voladores más grandes que haya existido en la Tierra, un depredador volador gigante que se alimentaba de dinosaurios y que habitó el planeta hace 70 millones de años cuando existía un hábitat cálido.

En la revista “Journal of Vertebrate Paleontology” fueron publicados los resultados del estudio en el que se explica que el depredador recién descubierto podría haber sobrepasado los 10 metros, casi del tamaño de un avión pequeño. Los paleontólogos consideran que el enorme animal podría haberse alimentado de dinosaurios jóvenes o de reducidas dimensiones debido a que esa criatura vivió durante el período Cretácico, cuando existía gran cantidad de dinosaurios. Otra característica del pterosaurio es que podía caminar a cuatro patas, por tanto podía acechar a sus presas también desde el suelo.

El esqueleto hallado está incompleto y es por eso que los especialistas no han sido identificar sus restos como una especie nueva, pero sí han dicho que pudo ser tan alto como una jirafa, y que probablemente sea uno de los pterosaurios más grandes que haya existido, con seguridad se trata del ejemplar más grande encontrado hasta el momento en la región de Asia.

Este descubrimiento tuvo su inicio en el año 2006 en una zona al oeste del desierto de Gobi, en Mongolia. Desde entonces los paleontólogos encontraron por primera vez fragmentos de una vértebra enorme y los enviaron a la Universidad de Tokio para que fuera analizada. Después de muchos años de trabajo para reconstruir los restos hallado, los investigadores lograron recuperar varias columnas vertebrales, y determinaron que por su semejanza, el ejemplar podía pertenecer al misterioso grupo de pterosaurios conocidos como Azhdarchidae.