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sábado, 11 de noviembre de 2017

El molesto mal de las muletillas

Por Jacky

No importa si estás muy bien preparado para tu intervención y dominas el tema. Ni siquiera cuenta que tengas hecha una presentación con un espectacular diseño. Sigue pasando que a los pocos minutos de empezar a hablar, tu público se desconecta y da señas de no estar impresionada por ti. ¿Qué sucede? ¿Qué estás haciendo mal? La respuesta puede estar en esas muletillas, frases o sonidos que emites cuando hablas mientras unes una idea con otra. De manera consciente o inconsciente puedes estar saturando a tu audiencia con ellas, perdiendo autoridad y sintonía. Frases o palabras como "es decir", "o sea", "este", o sonidos como "humm" o "eh" pronunciados múltiples veces cuando hablas, generan la percepción de que tienes un precario vocabulario y que no eres lo suficientemente competente.

Paula Statman, una asesora en vocería localizada en California señala que cuando usas esas palabras como relleno repetidamente y excesivamente, creas la percepción de que no estás bien preparado. Agrega que las muletillas, tienden a convertirse en un verdadero problema para algunos, porque sencillamente no se dan cuenta que las usan en exceso.

Sin embargo, según expertos hay diversas formas de erradicar estas redundancias de tu lenguaje, e incrementar tu nivel de lenguaje verbal, aunque no son soluciones rápidas, pues el proceso puede tomar meses.

Primero, muchas personas no reconocen el problema. Por lo general cuando la persona usa estas muletillas es porque está sumergido en sus pensamientos, por lo que no es fácil reconocer su propio lenguaje. Como explica comenta Steven Cohen, profesor de comunicación en la Universidad de Baltimore, en Estados Unidos, nos sentimos tan cómodos con nuestras tendencias vocales que muchas veces las obviamos.

Por eso un consejo es que si no estás seguro de que sufres de este mal, le preguntes a tus compañeros de trabajo o amigos si usas muchas veces palabras de relleno. De ser así, podrías pedirles que den una palmada cada vez que uses una. Si lo hacen en un ambiente de informalidad, tendrás una mejor noción del problema para cuando tengas que intervenir en un ambiente corporativo.

Otro método determinar si usas muletillas es grabarte con tu teléfono y analizar tu desempeño, pues es más sencillo identificar tanto las palabras recurrentes como los gestos de tu cara.

Para John Bates, de una firma de entrenamiento en vocería con clientes de la NASA y Accenture, cuando se utilizan muletillas en exceso, la persona se muestra confundida o menos segura que en otros momentos de su discurso.

Muchos emplean muletillas cuando tratan de verbalizar un pensamiento. Por eso se aconseja realizar una "pausa poderosa", que significa que en lugar de emitir un sonido o muletilla, trates de guardar silencio durante uno o dos segundos para luego expresar la idea que tienes en mente. Además, un silencio de uno o dos segundos puede ayudar al público, pues muchas personas procesan la información de forma más lenta que la velocidad del vocero.

Aunque hay que tener en cuenta que si se usa la pausa, se tiene que demostrar que se está "presente" en la conversación, evadiendo distracciones que puedan hacerte perder coherencia en tus ideas.

El manejo de la ansiedad también ayuda mucho. Reconocer el nerviosismo antes de una reunión o conversación importante sirve para prevenir el uso de palabras de relleno en grandes cantidades. Es por eso que se recomienda enfocarse más en identificar cómo las palabras pueden ser útiles a tus oyentes, y no tanto en cómo vas a ser percibido.

En ese sentido, Cohen recomienda anticipar el uso de muletillas, pues así puedes aprender a hacer cambios en tu discurso. Con frecuencia las emplean al inicio o al final de una oración, o al hacer la transición de un tema o idea a otra. Si sabes cuándo se pueden producir estos momentos, será más fácil evitarlos.

Pero también debemos saber que las palabras que empleamos como relleno tampoco son prohibidas, pues algunas sirven para crear una conexión con los compañeros de trabajo y pueden hacerte menos formal o rígido.

Statman recomienda no eliminar las muletillas por completo, sino quedarse con un 10 por ciento. En ese sentido, comenta que quieres sonar como que eres una persona espontánea, y esa clase de autenticidad usualmente permite muletillas.