Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

viernes, 3 de noviembre de 2017

¿El norte siempre ha estado arriba en los mapas?

Por EvelynR

La verdad es que pese a que todos nos imaginamos el mundo de manera que la parte superior indique el norte, no hay razones para pensar que lo que llamaríamos el techo del mundo es el norte. En realidad, la forma en que esto quedó determinado es una mezcla de historia, astrofísica y psicología. Hace solo pocos siglos que el norte empezó a ser considerado como el tope del planeta. Según el historiador de la Universidad Queen Mary en Londres, Jerry Brotton, especializado en mapas, el norte fue rara vez colocado en el tope, por el simple hecho que de ahí es donde viene la oscuridad y el oeste tampoco fue una elección, porque por ahí desaparecía el sol.

La verdad es que pese a que todos nos imaginamos el mundo de manera que la parte superior indique el norte, no hay razones para pensar que lo que llamaríamos el techo del mundo es el norte. En realidad, la forma en que esto quedó determinado es una mezcla de historia, astrofísica y psicología. Y nos lleva a la conclusión de que el concepto utilizado para diseñar los mapas está relacionado con la manera como nos sentimos al respecto.

Entender dónde te encuentras ubicado en el mundo es una habilidad básica de supervivencia, lo que explica por qué los humanos, al igual que la mayoría de las especies, tienen áreas especializadas del cerebro con muchas conexiones para crear un mapa cognoscitivo de lo que nos rodea.

Sin embargo, algo que hace únicos a los humanos, a excepción de las abejas, es que tratamos de transmitir estos conocimientos sobre el mundo a otros miembros de nuestra especie. Esto sucede desde hace mucho tiempo igualmente en lo que se refiere a cartografía, tanto así que la primera versión de un mapa fue encontrada en la pared de una cueva hace 14 mil años.

Sin embargo, hace solo pocos siglos que el norte empezó a ser considerado como el tope del planeta. Según el historiador de la Universidad Queen Mary en Londres, Jerry Brotton, especializado en mapas, el norte fue rara vez colocado en el tope, por el simple hecho que de ahí es donde viene la oscuridad y el oeste tampoco fue una elección, porque por ahí desaparecía el sol.

Brotton cuenta que aun cuando ya existían brújulas en esa época, no hay una razón sólida para que el norte se ubique en la parte de arriba de los mapas. De hecho, las primeras brújulas hechas en China fueron diseñadas para apuntar al sur, que era considerado en ese entonces más deseable que el oscuro norte.

Pero en los mapas chinos el Emperador, que vivía en el norte del país, fue colocado siempre en el tope de los mapas, con los demás súbditos mirando en dirección hacia él. Brotton explica que en esa cultura, el emperador mira hacia el sur, porque de ahí es donde viene el viento, por eso es una buena dirección. El norte no es muy bueno, pero como te encuentras en una posición de subordinación con respecto al emperador tienes que mirarlo.

Dado que en cada cultura hay una idea de hacia dónde y hacia quién hay que mirar, no debería ser sorpresa que haya poca consistencia en el diseño de los mapas. Por ejemplo, en el Egipto antiguo el tope era colocado en el este, pues de ahí salía el sol. Y los primeros mapas islámicos le daban preeminencia al sur, porque la mayoría de las culturas musulmanas estaban al norte de la Meca, por lo que se imaginaban mirando al sur. Por su parte, los mapas realizados por cristianos en la misma era, que se llamaron mapamundis, ubicaron el este en el tope, apuntando hacia el Jardín del Edén, siendo Jerusalén el centro.

Entonces, si tanta era la variedad de opiniones ¿cómo se pusieron de acuerdo todos y decidieron poner el norte como techo del mundo?

La razón por la que el norte empezó a ser la referencia está relacionada con exploradores como Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes, que navegaban tomando como guía la Estrella del Norte. Aunque Brotton advierte que esos primeros exploradores no se imaginaban el mundo de esa manera. Pues en el caso de Colón, por ejemplo, cuando describe el mundo, tenía como referencia el este en el tope. Es necesario tener en cuenta que en aquella época nadie sabía qué estaba haciendo ni hacia dónde iban.

En 1569, el mapa del mundo de Gerardus Mercator, fue seguramente el momento cumbre cuando empezaron a dibujarse los mapas con el norte arriba. Este cartógrafo flamenco fue el primero en emplear la palabra "atlas" y su mapa fue reconocido ampliamente como el primero en tener en cuenta la curvatura de la Tierra, de forma que los marinos pudieran cruzar largas distancias sin equivocarse en el curso.

Pero inclusive en ese caso el norte no tuvo mucho que ver con la decisión. Como explica Brotton, Mercator proyectó los polos hacia el infinito y según su descripción, ese detalle no importaba pues en esa época no estaban interesados en navegar hacia ellos. En realidad, el norte quedó arriba, pero a nadie quería ir hacia allá, aunque aun así, pudo haber puesto el sur arriba. Quizás la decisión fue más simple ya que los europeos eran quienes hacían la mayor parte de las exploraciones del mundo. Pero cualquiera que fuera la razón, la idea de situar colocar el norte en la parte de arriba tuvo buena acogida.

Esa tendencia del norte arriba se ha profundizado con el tiempo. Por ejemplo, está la famosa foto captada en 1973 por un astronauta de la NASA, donde se observa la Tierra con el sur arriba, pues fue tomada mientras se realiza una vuelta alrededor del planeta y la agencia espacial estadounidense decidió voltearla para evitar confundir a la gente.

Sin embargo, si comienzas a mirar a la Tierra desde el espacio te percatas de que la idea de colocar un punto específico como tope no tiene sentido. Aunque es cierto que la Tierra se alinea en el mismo plano con los demás planetas del sistema solar, pues todos conforman la misma nube de polvo que gira al mismo tiempo, también es cierto que esa fotografía ha podido mostrar el Sol arriba o abajo, en dependencia del lugar en el espacio desde el cual se tomó la imagen.

En comparación con la Vía Láctea, nuestro sistema solar está desbalanceado unos 63 grados. No obstante, si bien los astrónomos han descubierto que las estrellas y los planetas se alinean con sus vecinos de forma similar a lo largo del espacio, el astrofísico del Colegio Imperial de Londres, Daniel Mortlock, señala que esto es verdad en una muy pequeña escala comparada con la vastedad del universo. Advierte que hasta donde los astrónomos sabemos, realmente no existe un 'arriba' o 'abajo' en el espacio.

Así que la respuesta sobre cuál es la parte de arriba de la Tierra es sencilla: ningún lado en particular, y solo se ha establecido que el norte es el techo del planeta por la superioridad cultural en la historia.