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lunes, 20 de noviembre de 2017

El tío más célebre deja atrás a su pupilo, Rafa Nadal

Por Miguel

El tío más celebre, no solo del tenis, deja atrás a su pupilo. Tras 25 años de relación, Toni Nadal y su sobrino, Rafael, el número uno del ránking de la ATP, ganador de 16 torneos Grand Slam, seguirán caminos separados. Toni se centrará en el desarrollo de nuevos talentos, en la Academia de Rafa, mientras este persistirá en su empeño de alcanzar (¿o quizás superar?) a Roger Federer, como el jugador con más títulos de Grand Slam de todos los tiempos. Por el momento, la diferencia es de solo tres. La ruptura en el vínculo del entrenador con el atleta se había anunciado desde febrero, pero ambos aseguraron que trabajarían juntos hasta que finalizara la temporada 2017. Cumplieron su palabra.

Cuentan que Toni Nadal era mejor jugador de tenis de mesa que del “otro” tenis. Nunca alcanzó resultados importantes de manera individual, pero hoy su nombre forma parte de las leyendas de ese deporte, gracias a la asociación que tuvo, durante un cuarto de siglo, con su sobrino, Rafael Nadal, considerado uno de los tenistas más completos de todos los tiempos y que ya acumula 16 títulos de Grand Slam. La ruptura en el vínculo entre entrenador y pupilo se acaba de concretar, tras finalizar la temporada 2017, en la que el tenista español logró un espectacular retorno, después de no pocas lesiones, y culminó en la cima del ranking mundial de la ATP.

El tío Toni fue el que convirtió “en zurdo” a Nadal, quien escribe con la derecha; pero el persistente entrenador le recomendó que empuñara la raqueta con la mano izquierda, porque esto le daría ventaja sobre sus rivales. Además, fue el tío Toni el que convenció al niño Rafa que olvidara el fútbol (que era su deporte favorito) y se concentrara únicamente en el tenis. Comenzaron a trabajar juntos desde mucho antes, pero no fue hasta 2001 que se oficializó el puesto de entrenador para el tío. Nadal tenía solo 15 años en ese momento y un gran futuro por delante.

Desde la etapa junior, Nadal mostró excelentes condiciones y ganó torneos de esa categoría en Barletta y Nápoles, hasta que dio el salto al circuito de la ATP. En 2003, con 17 años, debutó en los Grand Slam, al vencer en sus dos primeros partidos en Wimbledon. Así comenzó una larga historia, que se extiende hasta el presente e incluye 16 coronas en estos eventos.

El palmarés de Nadal, bajo la conducción del tío Toni, es impresionante: los 16 Grand Slam se dividen en un título del Abierto de Australia, 10 Roland Garros (no es casualidad que llamen al mallorquín “el rey de la tierra batida”), dos Wimbledon y tres US Open. Además, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing, en 2008 y ostenta el récord de títulos (30) del ATP World Tour Masters 1000, igualado con el serbio Novak Djokovic y comparte con el suizo Roger Federer la marca de más coronas (19) en los torneos ATP World Tour 500. Nadal fue el líder del equipo español que conquistó la Copa Davis en las ediciones de 2004, 2008, 2009 y 2011. Todos sus triunfos le han reportado ingresos superiores a los 91 millones de dólares, por lo que es el tercer tenista que más dinero ha obtenido. En esta cifra no aparecen contabilizados sus dividendos económicos por publicidad, solo los vinculados directamente con los éxitos tenísticos.

Después de dos años consecutivos marcados por las lesiones, cuando incluso estuvo en peligro de caer por primera del Top 10, Nadal logró recuperarse y en 2017 ganó dos Grand Slam (Roland Garros y US Open) y finalizó en el primer lugar del ranking de la ATP. Por tanto, no pocos se sorprendieron cuando, en febrero, tras el Abierto de Australia, el tío Toni anunciara que esta sería la última temporada en la que viajaría con Rafa y, a partir de 2018, se dedicaría al trabajo en la Academia de su sobrino.

¿Qué pasó con el vínculo entre ambos? No es un secreto que Toni no es de trato fácil y siempre ha sido muy exigente, hasta ríspido, en los entrenamientos; pero esto tampoco es una novedad. Sobre la separación surgieron muchas conjeturas. Lo cierto es que Toni declaró que hasta los 17 años él tomaba todas las decisiones, pero que, con la llegada de Carlos Costa como agente y las constantes opiniones del padre de Rafa, Sebastián, se arribó a un punto en el que ya no decidía nada. Después de tantos años viajando junto a Rafa, Toni aseguró que quería hacerse cargo de la educación de jóvenes talentos en la Academia.

Tras ganar el US Open, Rafa agradeció a su tío y reconoció que, sin su apoyo, él probablemente no hubiese jugado al tenis y lo llamó una de las personas más importantes en su vida. Un reconocimiento merecido, para una relación que, al parecer, terminó de forma amigable.