Hacer ejercicio mantiene al cerebro en forma
El ejercicio físico mejora la salud física, pero ¿qué efectos positivos tiene sobre la salud mental? Algunos investigadores han sido capaces de demostrar una relación entre la práctica de ejercicio y un menor riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, y que este hábito mejora ciertas funciones cognitivas complejas, como la memoria a corto plazo o la atención.
El hipocampo, cuyo rol es imprescindible en la gestión de la memoria, es una de las estructuras cerebrales donde los efectos son más perceptibles. De hecho, de acuerdo con la revista Muy Interesante, en ensayos clínicos con ratones se ha observado que esta área aumenta de tamaño en aquellos que se mueven más. Sin embargo, hasta el momento no se había podido demostrar si este mismo efecto de daba en humanos.
Pero ahora, en un ensayo publicado en la revista NeuroImage, un grupo de científicos de distintas nacionalidades, coordinado por expertos del Instituto Nacional australiano de Medicina Complementaria, en la Universidad de Sídney Occidental, y de la División de Psicología y Salud Mental de la Universidad de Manchester, en el Reino Unido, sostiene que los ejercicios aeróbicos, como andar en bicicleta o correr, limitan el deterioro que se da de forma natural en el cerebro como resultado del paso del tiempo. Según estimaciones de los neurocientíficos, a partir de los 40 años, el tamaño del cerebro se reduce aproximadamente un 5 % por década.
Joseph Firth, el autor principal del trabajo, junto a sus colaboradores, analizaron los resultados de catorce ensayos clínicos en los cuales, durante varios meses, se examinó la actividad del cerebro de 737 personas, las cuales tenían entre 24 y 76 años. Todas realizaban un programa de ejercicios aeróbicos en condiciones controladas, que incluían caminar, correr sobre una cinta o pedalear sobre una bicicleta estática. Entre los participantes había individuos sanos, o incluso otros aquejados de distintas dolencias mentales, como alzhéimer, depresión o esquizofrenia. De esa manera, los científicos notaron que aunque esta práctica no afectaba al volumen total del hipocampo, sí incrementaba el tamaño de su región izquierda.
Según los autores del estudio, este resultado supone la prueba más determinante que se ha presentado hasta ahora sobre los beneficios para la salud mental que tiene el ejercicio. Ahí podría estar el secreto para la prevención de la demencia.
