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domingo, 5 de noviembre de 2017

La aplastante guerra contra la contaminación en China 

Por Mgo87

Uno de los grandes problemas de China es la contaminación. El gigante asiático vive una tóxica rutina atmosférica que ha llegado a niveles alarmantes al punto de ser hoy uno de los países de los más contaminados del mundo. Factores como la rápida industrialización que experimenta la nación han envuelto en el espeso manto de polución a alguna de sus ciudades.

 

El problema surge de sus fábricas y de su industria transformadora. Y lo que es peor, muchas de las grandes ciudades tienen los centros de producción en zonas habitadas o muy próximos a ellas, así como las centrales térmicas. Ante esta situación, el gobierno ha empezado a tomar cartas en el asunto, adoptando medidas para enfrentar la contaminación. Una de ellas tiene que ver con el cierre de 80.000 fábricas en todo el territorio nacional, con el objetivo de identificar cuáles están ignorando los estrictos cánones contaminantes, que limitan las emisiones que pueden verter a la atmósfera, y que no todos los empresarios cumplen.

La medida implementada por las autoridades chinas busca delimitar, por el método de prueba y error, cuáles incumplen la ley, y de paso aliviar la gran presión contaminante que recae sobre la vida cotidiana de sus ciudadanos. Según datos oficiales del gobierno, hasta el momento se han multado, inspeccionado o cerrado el 40% de las fábricas del gigante asiático. Sin embargo, parte de estas industrias han retornado a la actividad habitual, pues los cierres son selectivos y temporales. Esta medida ha generado un impacto negativo en la economía china, al priorizarse el impacto que pueden tener estas fábricas sobre el medio ambiente y la salud de la población, que las pérdidas económicas que pueda provocar la medida.

China lleva inmersa hace varios años en una guerra total a la contaminación. Los resultados de diversos estudios cifran en más de un millón de personas las muertes anuales directamente atribuibles a la contaminación. Otras investigaciones refieren en 4 000 los decesos diarios por esta causa. Estas cifras son fácilmente comparables con las peores épocas contaminantes de la Europa del siglo XIX. Con esta medida, y otras que se buscan aplicar en el país, como las inversiones en energía eólica y solar, China empieza a ocupar una posición de liderazgo en el mundo en la lucha contra el cambio climático, ante la gran ausencia de Estados Unidos en esta batalla por disminuir el impacto negativo de la humanidad en el medio ambiente.