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martes, 28 de noviembre de 2017

La avispa asiática tiene en vilo a los bomberos

Por ElizabethF.

Esta vez los bomberos de Galicia no andan apagando fuegos, sino avisperos. Enormes, por cierto. Y así ha sido en mayor o menor medida desde que cierto insecto llegó a los campos españoles desde el año 2010. Estos nidos de avispa velutina o asiática, como también se le conoce, mantienen por estos días preocupados a los bomberos, pues parecen reproducirse como hidras, a pesar de la "ofensiva que se lleva a cabo contra estos". No obstante, a los oficiales no les preocupa tanto la gran talla de estos avisperos, como el que estén desapareciendo moscas, mariposas, y abejas, y que continúe aumentado su presencia, que calculan se ha triplicado en el área en el lapso de este año.

A unos 100 mil en toda la comunidad autónoma aumenta la estadística estimada de tales “casas de avispas”, de acuerdo con datos de la Asociación Galega de Apicultura. La situación se hace más alarmante si se mira el mapa que hasta el momento actualiza constantemente la Xunta de Galicia, y que dan cuenta de que la invasora proveniente de Asia, y la cual además de comer fruta—que es el fuerte de su dieta—depreda también abejas y avispas autóctonas de la región, ya ha logrado ampliar sus predios a 232 de los 313 municipios que conforman esta comunidad.

Y la intrépida voladora de tórax negro y alas ahumadas, ni siquiera las buenas noticias no llegan ni siquiera para Ourense, que era hasta ahora la provincia que menos invadida estaba, pues la inquilina demostró con creces que es perfectamente capaz de adaptarse a condiciones más hostiles como puede ser las bajas temperaturas del interior y la alta montaña.

No parece además, pese a los múltiples esfuerzos que los bomberos están realizando, y que incluyen el uso de trampas y hasta drones cargados de veneno, que se le vaya a poner freno a la avispa, ni estabilizar sus poblaciones en un rango prudente; pues las colonias se sabe que crecen cada vez más, y los esfuerzos, siete años después de que comenzara la "invasión" parecen ser insuficientes.

La visita interminable de la avispa asiática a territorio ibérico ha venido a agravar el exterminio de abejas, que ya desde de la década de los noventa había provocado la proliferación de numerosos pesticidas. España registra entre las explotaciones costeras de la apicultura, que desde la llegada de la indeseada avispa, sus colmenas han experimentado una mortandad del 50% y una preocupante bajada de producción, en las estresadas y enfermizas melíferas que logran sobrevivir a las embestidas de esta depredadora. En los frutales, se han destruido también cosechas enteras.

Sin embargo, y aunque estas consecuencias son ya suficientes para disparar las alarmas, uno de los detonantes de la alerta ante esta especie en pleno otoño, fue el fallecimiento prácticamente instantáneo debido a un choque anafiláctico de un hombre de 54 años y vecino de O Porriño (Pontevedra) llamado Ángel González. El ciudadano, mientras intentaba talar un manzano recibió 25 picaduras de este insecto, pues en el árbol había un nido y al parecer no se había percatado.

Para mayor alarma, con la caída de las hojas, han quedado a la vista un número de colonias impensadas, que aumentan la tensión sobre el tema. Ahora mismo los bomberos tienen hasta lista de espera de nidos a exterminar, ante la llamada de los vecinos de Vigo, en Galacia, que entraron en pánico a raíz del funesto suceso.

La estrategia de los bomberos para hacer frente a la plaga, que ha desatado polémicas en tanto el Ministerio de Agricultura reduce sus estragos a la apicultura, es atacar los nidos y la reina, pues es más efectiva teniendo en cuenta que si su majestad es eliminada, las demás avispas velutinas mueren también, explican los especialistas, por lo cual se hace más efectivo destruir directamente “sus casas” que sembrar el bosque de trampas.

A la susodicha avispa Vespa velutina, considerada como una gran amenaza para la abeja común, con la cual alimenta a sus larvas, es muy común verla volar entre las personas, pero no ataca al hombre si no ve peligro. Sin embargo, su picada, que lanza sin piedad, puede llegar a ser letal si la víctima resulta ser alérgica, en los casos donde siente amenazado el nido, el lugar sagrado de la reina.

Y aunque en plena Galicia el cuerpo de bomberos tiene muchas otras preocupaciones y tareas que van más allá de eliminar nidos de avispas, ahora mismo no es algo de lo que puedan zafarse, pues la gente está desesperada. La esperanza, dicen es que las abejas de alguna manera comiencen a defenderse, porque no parece que la Velutina tenga intención alguna de irse. El “fuego” en la ciudad, mientras tanto, tendrá también alas y aguijón.