Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 4 de noviembre de 2017

La capacidad lectora en la adolescencia latinoamericana

Por DianaLeon

De acuerdo con un informe del Instituto de Estadísticas de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), más de la mitad de los jóvenes en las regiones de América Latina y el Caribe no consiguen los niveles de suficiencia requerida en la capacidad lectora para cuando concluyen la educación secundaria. Algo similar pasa en otras materias, pues en el caso de las matemáticas, el 52 por ciento de los niños y jóvenes de la región no alcanzan las competencias básicas. Algo que es peor en secundaria (62 por ciento) que en primaria (46 por ciento).

En América Latina, un joven demanda más de una década de estudios formales para finalizar la educación secundaria. Este es un paso importante que se celebra como un gran logro familiar.Sin embargo, los esfuerzos, innumerables gastos y sacrificios no parecen estar teniendo el efecto esperado.

De acuerdo con un informe del Instituto de Estadísticas de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), más de la mitad de los jóvenes en las regiones de América Latina y el Caribe no consiguen los niveles de suficiencia requerida en la capacidad lectora para cuando concluyen la educación secundaria. De hecho, hay 19 millones de adolescentes en esa situación. Como refleja el estudio, el 36 por ciento de los niños y adolescentes no cuentan con los niveles de lectura adecuados. El balance mejora cuando se tiene en cuenta solo a los niños en edad de cursar la educación primaria, pues se pasa a un 26 por ciento que no alcanza la suficiencia.

Sin embargo, algo similar pasa en otras materias, pues en el caso de las matemáticas, el 52 por ciento de los niños y jóvenes de la región no alcanzan las competencias básicas. Algo que es peor en secundaria (62 por ciento) que en primaria (46 por ciento).

Esos indicadoresson los mismos en los que paradójicamente la región aparece como una de la mejor posicionadadel mundo, pero revelan grandes desafíos para el futuro.

En ese sentido, la directora del Instituto de Estadísticas de la Unesco, Silvia Montoya, considera que los problemas de los jóvenes en comprensión lectora plantean una situación dramática. Añade que el hecho de que haya niños que no tengan las competencias básicas para leer párrafos muy sencillos y extraer información de los mismos ella lo considera una nueva definición de analfabetismo, pues en el mundo actual tener un nivel mínimo de alfabetización ya no es poder leer tu nombre y poder escribir algún hecho de la vida cotidiana.

Agregó que carecer de comprensión lectora es una especie de discapacidad o incapacidad para poder insertarse en la sociedad, votar o entender las propuestas de los candidatos, comprender los propios derechos y deberes como ciudadano. Es decir, es algo que afecta todas las dimensiones, pues la lectura es el cimiento sobre el que se siguen construyendo las demás habilidades.

Pero, ¿dónde está la falla?Tiempo atrás se pensaba que el problema de la educación en América Latina era que esta no era inclusiva, pues dejaba a muchos niños por fuera.De acuerdo con Montoya, ese es un tema en el que la región ha mejorado rotundamente y actualmente tienen ventajas comparativas en relación con otras regiones del mundo. Sin embargo, ahora los niños están en el sistema educativo pero hay una incapacidad de la escuela para darles un nivel de aprendizaje que sea razonable y mínimo para las circunstancias que demanda el mundo. Esto obedece a una combinación de factores.

Entre los que la especialista menciona la falta de capacitación de los maestros para trabajar niños con determinadas características, los problemas de infraestructura, las pérdidas de días de clase por paros y otras causas, o elementos relacionados con la situación socioeconómica de los estudiantes, que pueden venir de hogares con menores ingresos o con un menor apoyo familiar.

Además, señala que evidentemente hay una falta de políticas específicas para ocuparse de esta problemática. En ese sentido, hace falta mirar los currículos educativos, la formación de los docentes para cerciorarse de que sean capaces de trabajar con niños procedentes de contextos sociales complicados, así como contar con un ambiente, una infraestructura y políticas sociales adecuadas.

Montoya asegura que este es un problema que no puede resolverse si no hay una visión integral del sistema educativo.En ese sentido indicó que hace falta la aplicación de pruebas de evaluación de la calidad educativa, que no se realizan en la mitad de los países del mundo.